jueves, 31 de enero de 2008

El Amor

El amor expulsa al miedo.
Neutraliza una multitud de pecados.
Es absolutamente invencible.

No hay dificultad que con suficiente amor no se supere;
ninguna enfermedad que con suficiente amor no se cure;
ninguna puerta que con suficiente amor no se abra;
ningún abismo que con suficiente amor no se salve;
ningún muro que con suficiente amor no se derribe;
ningún pecado que con suficiente amor no se redima.

No importa lo profundamente arraigado que esté el mal,
lo desesperanzadora que sea la perspectiva,
lo intrincado que sea el enredo, lo grande que sea el error.
Una suficiente floración de amor lo resolverá todo.

Si sólo pudieras querer lo bastante,
serías el más feliz y el más poderoso de la tierra

La gente que me gusta ...

- Primero que todo: Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace...

- Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.

- Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.

- Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos produce más que los caóticos esfuerzos individuales.

- Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.

- Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.

- Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.

- Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

- Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.

- Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

- Me gusta la gente que trabaja por resultados.

Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti

Tu poder interior

Tener fuerza o poder interior es realmente el único modo de poder adaptarnos a un ritmo de vida, que cambia día a día, sin que nos volvamos locos. Esperamos que los demás cambien cuando el secreto está en empezar a recuperar nuestro poder interior.
¿Quién más que uno mismo tiene poder sobre si?
¿Quién tiene el poder de pensar en nuestra propia mente?
¿Acaso alguien puede impedirnos elegir tener pensamientos de prosperidad, puede alguien impedirnos actuar desde el amor, puede alguien frenarnos en aumentar nuestra propia felicidad?
Nadie puede obligarnos a tener ideas negativas, tristes, catastróficas, dañinas,…Pues nadie se puede meter en nuestra cabeza, ni tampoco sentir por nuestro propio corazón.
Durante siglos hemos buscado el poder fuera; en los padres, en los dioses, en los superiores, en los reyes, en los sabios, en magos, en la medicina, en la religión,… Ahora entendemos que el poder solo lo encontraremos dentro de nosotros mismos, en nuestro interior.
Dentro de todos y cada uno de nosotros brilla un poder interior que se expande en función de nuestras vivencias y comportamientos. Él nos guía natural y amorosamente hacia la salud perfecta, la pareja perfecta, la profesión perfecta y nos ofrece la prosperidad en todo aquello que deseamos.
Nuestro poder interior es el motor de nuestra felicidad
Amarnos a nosotros mismos es reconocer esa guía, es crecer con esa luz y hacer que se expanda libremente desde nuestro interior hacia su fuente, el mismo universo.
El peligro reside en el Olvido de quienes somos y qué hemos venido a hacer en este rincón de universo; que tipo de sentimientos hemos venido a experimentar, como seres humanos, a compartir y expandir en este mundo. El peligro reside en olvidarse de que todo este viaje ha sido programado y deseado por nuestra esencia divina.
Abandonarnos es darle la espalda a esta realidad. Olvidarnos de ser felices es convertirnos en seres prisioneros de la incapacidad (no soy capaz de esto, no voy a lograr lo otro, no me merezco esto, esto no es para mí…), en victimas de los demás (si mis padres se hubiesen comportado de otra forma, si mis hermanos me hubiesen entendido,…), nos convertimos en ciegos ante nuestra propia responsabilidad. En inválidos a la hora de aumentar nuestro propio poder interior. Nos convertimos en el renegado ante nuestro único guía interior. Negar nuestras capacidades nos convierte en victimas. Entonces surgen: el desamor, la rabia, el resentimiento, la tristeza, el dolor, la enfermedad y todo sentimiento de incapacidad, de autocrítica,…como llamadas de atención para decirnos: ¡ojo, que no es por ahí! ¡Qué eso no te hace feliz!
¿Y cómo puedo amarme a mismo?
La única forma de amarnos es aceptarnos tal y como somos, con nuestras rarezas, defectos, fallos, conscientes de que nuestra evolución está encaminada…Somos hijos del universo; y este no nos juzga ni nos critica. Solo quiere lo mejor para nosotros.
¿Y tú, acaso quieres lo mejor para ti?
Si el universo no nos juzga ni nos critica, ¿Por qué lo hacemos nosotros?
¿Quiénes somos nosotros para juzgarnos, castigarnos, privarnos si el Universo mismo no lo hace?
Algunos pasos para recuperar tu poder interior

* Asumir nuestra responsabilidad: somos los únicos responsable de nuestra felicidad. De nada sirve mendigar a otros que nos hagan felices, ni tampoco culpar a otros y responsabilizarlos de nuestra propia infelicidad. Por mucho daño que nos hayan podido hacer solo nosotros tenemos la llave de nuestros pensamientos y sentimientos. Solo nosotros somos responsables de perdonar. Esto es un acto propio del único corazón del que disponemos. Aquí se encuentra la verdadera liberación del agredido y el verdadero poder interior.
* Atreverse a expresar nuestros sentimientos: durante siglos hemos sido enseñados a que expresar emociones era cosa de débiles o de maleducados. La expresión de la rabia ha sido crudamente censurada, especialmente en la mujer. La tristeza y el llanto resultan insoportables para la mayoría: cuantas veces habremos visto a adultos animando a un niño que se ha hecho daño, a callarse y cortar su llanto, cuantas veces les podemos escuchar diciendo: no es nada. Pero al niño le duele. Reconocer el dolor lleva a tranquilizarse o tranquilizar al otro. Negar el dolor es automáticamente aumentarlo. Negar es un modo de enseñar, y así se nos ha enseñado, que las emociones, los dolores, no importan, no son nada. Y así aprendemos a tragar en vez de sacar y limpiar.

¿Cuántas emociones habremos tragado con los años…?
¿Cuántas emociones reprimidas llevamos con nosotros cada día
¿Cuanto daño nos hacemos expandiendo así el malestar por no enfrentarlo y sacarlo?

* Reprogramar nuestra mente: para recuperar nuestro poder interior con nuevos pensamientos de valía y merecimiento alegra a nuestra más potente herramienta que es el corazón.
* Devolverle su guía la hace renacer:
Me merezco lo mejor y ahora lo acepto.
Soy una y la misma cosa con el Poder que me ha creado.
Me amo y me acepto exactamente tal y como soy.
La felicidad corre por mi vida como la sangre por mis venas…
Realizar afirmaciones cada día es una eficaz forma de reorientar nuestras convicciones sobre nosotros mismos, la Vida…

Ahora elijo detectar e identificar los obstáculos que me señalan mi equivocación, que me sugieren el nuevo camino que puedo tomar.
Me autorizo a salir de las situaciones que puedan frenar mi vivencia de la felicidad. Estoy a salvo viendo crecer, día a día, mi poder interior.

Victoria Vinuesa

Cuídate de los Camiones de Basura

¿Con que frecuencia permites que las tonterías de otras personas cambien tu estado de animo? ¿Permites que otro conductor te haga enojar cuando vas manejando, o un mesero grosero, un jefe cortante o un empleado insensible arruine tu día?

A menos que seas el Terminator, por un instante estas algo molesto. Sin embargo, lo que distingue a una persona exitosa es lo rápido que puede enfocarse de nuevo en lo que realmente es importante. Hace 16 años que aprendí esta lección. La aprendí en el asiento trasero de un taxi en Nueva York.

Me subí a un taxi y partimos para la estación "Grand Central". Íbamos en el carril derecho cuando de repente un coche negro brinco de un cajón de estacionamiento justo en frente de nosotros. El chofer freno con fuerza, dio un patinazo, y por unos pocos centímetros evito chocar con el otro carro. El conductor del otro coche, el que casi causo un accidente, volteo su cabeza y empezó a gritarnos con muchas palabrotas. El taxista solo sonrió y le saludo amable. Así que, yo le pregunte, "¿Por que hizo eso?" Ese cuate por poco destruye su auto y nos manda al hospital.

Entonces el taxista me dijo lo que ahora llamo ' La Ley del Camión de Basura.' Muchas personas son como un camión de basura. Andan llenos de basura; llenos de frustración, enojo, y decepción. Ya que se les va amontonando la basura, necesitan un lugar en donde puedan tirarla. Si se lo permites, te la echan a ti.

Cuando alguien quiere echar su basura sobre ti, no lo tomes en forma personal. Solo sonríes, saludas, deséales lo mejor, y sigue adelante. Estarás feliz de que lo hayas hecho.

Así que, esto era la Ley del Camión de Basura. Empecé a pensar, "¿Cada cuanto permito que los camiones de basura me atropellen?" Y, "¿cada cuanto tomo la basura que llevan y la riego sobre otras personas… en el trabajo, en casa, en las calles?"

Fue ese día que dije, "Ya no voy a hacer eso." Empecé a ver muchos camiones de basura. Veía lo que llevaban. Veía cuando llegaban para vaciar la basura. Y como mi taxista, ya no lo tomo en forma personal. Solo sonrió, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante. Uno de mis jugadores favoritos de fútbol americano de toda la historia, Walter Payton, hizo esto todos los días en el campo de fútbol. Tan pronto como cayo al suelo después de ser tableado, se paraba. Nunca se quedaba pensando en el evento. Payton estaba listo para hacer que la siguiente jugada fuera la mejor.

Los buenos líderes saben que tienen que estar listos para su próxima junta. Los padres buenos saben que tienen que recibir a sus hijos con abrazos y besos cuando regresan de la escuela. Los maestros y padres saben que tienen que estar totalmente presentes y dando lo mejor para las personas que les son importantes.

La gente exitosa no permite que los camiones de basura tomen el control de su día. ¿Y tú? ¿Que pasaría en tu vida, empezando hoy, si permitieras que mas camiones de basura pasaran sin que te afectaran? Apuesto que estarías más feliz. Así que, ama a las personas que te tratan bien. Olvídate de las que no lo hacen. Cree que todo sucede por una razón. Si se te presenta una oportunidad, TOMALA. Si algo cambia tu vida, DEJA QUE TE CAMBIE. Nadie dijo que seria fácil. Solo prometieron que valdría la pena.

"Se mas amable de lo que es necesario, porque cada persona con la que te
topas esta peleando alguna batalla."

martes, 29 de enero de 2008

Ateo comunista apoya desde India una moratoria mundial del aborto

Lenin Raghavarshi, premiado activista de derechos humanos, recuerda que "en la base de todos los derechos humanos está el derecho a la vida".

La India es, sin duda, el país más religioso del mundo. También es uno de los países donde más se aborta. Los sucesivos gobiernos han presentado el aborto como un método anticonceptivo más, hay ginecólogos entrenados para abortar sin plantearse nunca el valor biológico del embrión y está muy extendido el aborto a los fetos femeninos.

Por eso, es de destacar la claridad de ideas de Lenin Raghavarshi, presidente del Comité Popular de Vigilancia de Derechos Humanos(http://pvchr.blogspot.com), citado en AsiaNews: "En la base de todos los derechos está el derecho a vivir".

Lenin Raghavarshi tiene 37 años, es ateo, comunista, activista de derechos humanos y está a favor de la campaña por una moratoria de abortos que inició hace unas semanas el periodista italiano Giuliano Ferrara, director del "Foglio", que tampoco es cristiano (y que en los años 70 era líder del Partido Comunista Italiano en Turín).

"Es ridículo y absurdo sugerir que el aborto es una solución al hambre, para controlar el crecimiento de la población. El concepto de que la
superpoblación representa el mayor peligro para la salud de una nación, típico de las organizaciones de la ONU, no tiene una base real. En realidad el mundo debería mirar urgentemente los temas socioeconómicos y políticos para eliminar el hambre, la pobreza y la miseria", ha declarado el activista indio.

La asociación de Raghavarsi milita contra el sistema de castas, defiende los derechos de los "dalit" (intocables), combate la tortura y la explotación infantil, muy común en la India y cercana a la simple esclavitud (por el precio de un buey se pueden comprar 30 niños como trabajadores esclavos, explicaba la ONG india Bachpan Bachao Andolan -Movimiento Salvad los Niños-). Por su esfuerzo contra la esclavitud infantil, Lenin Raghavarsi ha recibido el premio Gwangju, un galardón coreano de Derechos Humanos.

"En la India tenemos un mal social grave con el aborto por selección de sexo, y me opongo totalmente y con vehemencia a estos abortos. Es alarmante en India y China, y matar las niñas es extremadamente peligroso para la sociedad, provocará desequilibrios serios que serán peligrosos para el futuro de las naciones. Hemos de defender el derecho a la vida del embrión desde el mismo útero", explica Raghavarsi.

En un reportaje del 31 de agosto de 2007, la agencia Reuters recogía datos del censo de 2001: regiones como el Punjab, Gujarat y Himachal tienen menos de 800 niñas por cada 1.000 niños. El gobierno indio admitía que cerca de 10 millones de niñas han sido asesinadas por sus padres – antes o inmediatamente después de nacer – en los últimos 20 años.

Un reportaje anterior de Reuters, el 21 de agosto, examinaba la utilización de técnicas como los ultrasonidos y la amniocentesis para saber el sexo del feto, facilitando así el aborto de las niñas. La utilización de estas técnicas para la selección del sexo es ilegal, pero su práctica está ampliamente extendida.

Desde 1996 hay leyes en vigor que prohíben las pruebas para determinar el sexo del feto. No obstante, de 400 casos encausados por las autoridades sólo ha habido dos condenas, una con una multa de 300 rupias (7 dólares) y otra con 4.000 rupias (98 dólares).

"Defender que el derecho a la vida es sagrado llevará a la defensa del derecho a la alimentación, educación y cuidados sanitarios", asegura el
activista comunista.

"Las compañías multinacionales que se implican en la industria del control de población promocionan su agenda de control poblacional con propaganda falsa. Quieren vender y colocar sus productos, su único interés es el beneficio. Son estas multinacionales las que degradan la dignidad de la persona humana creando hambre y pobreza en el mundo", asegura.

No temas que tu vida se termine ...

A medida que crecemos, aprendemos que incluso esa persona que suponíamos que nunca nos haría daño, nos lo causa.
Tu corazón se romperá probablemente más de una vez y cada vez será más doloroso.
Tu también romperás corazones, así que recuerda como se sintió cuando el tuyo fue roto.
Pelearás con tu mejor amigo.
Culparás a un nuevo amor por cosas que hizo uno antiguo.
Llorarás porque el tiempo pasa muy rápido y eventualmente perderás a alguien que amas.
Así que toma muchas fotos, ríe mucho y ama como si nunca te hubieran hecho daño porque cada sesenta segundos que gastas en quejarte pierdes un minuto de felicidad que nunca regresará.
No temas que tu vida se termine, ten miedo de que nunca haya empezado.

lunes, 28 de enero de 2008

Lo que tengo en las manos

Buda reunió a sus discípulos y les mostró una flor de loto, símbolo de la pureza, porque crece inmaculada en aguas pantanosas.
-Quiero que me digan algo sobre esto que tengo en las manos.
El primero expuso un verdadero tratado sobre la importancia de las flores.
El segundo compuso una bonita poesía sobre sus pétalos.
El tercero inventó una parábola y usó la flor como ejemplo.
Llegó el turno de Mahakashyap. Éste se acercó a Buda, olió la flor y acarició su rostro con uno de sus pétalos.
Es una flor de loto -dijo Mahakashyap -simple y bella, como todo lo que procede de Dios.
-Tú eres el único que ha visto lo que yo tenía en las manos -fue el comentario de Buda.

domingo, 27 de enero de 2008

Ocho regalos que no cuestan nada ...

1.- El regalo de Escuchar:
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.

2.- El regalo del Cariño
Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos, estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.

3.- El regalo de la sonrisa
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos y caricaturas, y tu regalo dirá "me gusta reír contigo"

4.- El regalo de una nota escrita
Esto puede ser un simple "gracias por ayudarme", un detalle como estos puede ser recordado de por vida, Y CAMBIARLA AUN TAL VEZ.

5.- El regalo del reconocimiento
Un simple pero sincero "te ves genial de rojo", "has hecho un gran trabajo" o "fue una estupenda comida" puede hacer especial un día.

6.- El regalo del favor
Todo los días procura hacer un favor.

7.- El regalo de la soledad
Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Se sensible a aquellos días y da este regalo a ti mismo o pídelo a los demás.

8.- El regalo de la disposición a la gratitud
La forma mas fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no son difíciles de decir como: !!"Hola"!! y !!"Muchas Gracias"!!

sábado, 26 de enero de 2008

Liliana Felipe. Madres Coraje.

Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo. Realizado por Emilio Cartoy Diaz. Tea Imagen.

Liliana Felipe

Liliana Felipe: Argentina y Mexicana... tanguera, poeta, performancera, compositora, cantante, rojilla, etc...

Te deseo de todo corazón ...

Que tu vida este colmada de:

  • Entusiasmo: Para ver y plasmar tus propósitos
  • Felicidad: Para abrazar la vida plenamente
  • Problemas: Para mantenerte fuerte y afrontarlos
  • Penas: Para saberte simplemente humano
  • Esperanza: Para que cada día sea un día mejor
  • Fracasos: Para que también la humildad, sea tu compañera
  • Éxitos: Para mantenerte anhelante y preservarlos con ahinco
  • Amigos: Para que vivir la vida sea en plenitud afectiva
  • Riqueza: Para ser solidario y satisfacer tus necesidades
  • Fe: Para desterrar las tristezas y tener un faro luminoso
  • Decisión: Para bregar por que cada día sea mejor y
  • Amor: porque sin amor nada somos...

El Camino más fácil

"En el arte hawaiano del Ho'oponopono se utilizan dos herramientas muy importantes: "te amo" y "gracias". Cuando las usamos en voz alta y se las decimos a alguien, son tremendamente poderosas y valiosas. Cuando alguien nos hace algo que consideramos injusto, cuando una persona nos dice algo que nos molesta, en vez de contestar, en vez de darle nuestro punto de vista y tratar de convencerla de que tenemos razón, podemos repetir en nuestra mente las veces que sea necesario: "Te amo. Te amo. Te amo" , o "Gracias. Gracias. Gracias".

Estas herramientas suelen provocar resultados sorprendentes. A veces la persona se disculpa cuando menos lo esperábamos, otras veces, puede que siga en lo mismo, pero uno ya no lo nota ni se siente afectado. Con cierta gente, las dificultades son más pasajeras que con otras. Con algunas personas tenemos más recuerdos. No debemos olvidar que todo cambia según nuestra percepción de los eventos, las personas y las situaciones. Lo mismo pasa con los demás. Todo depende de su percepción, su punto de vista, sus memorias. La vida es como una película que vimos ya muchas veces y sigue repitiéndose una y otra vez porque seguimos reaccionando constantemente.

Nuestra reacción a los problemas es una repetición de recuerdos. Las dificultades suelen ser obstáculos que ya hemos encontrado antes pero que jamás hemos resuelto . Por esta razón, la situación regresa para darnos la oportunidad de reaccionar de forma diferente. La gente suele aparecer en nuestras vidas para movilizarnos y mostrarnos las partes de nosotros mismos que necesitamos cambiar. Las relaciones son simplemente espejos en los que nos vemos reflejados.
Tenemos la posibilidad de elegir no reaccionar. Podemos poner la otra mejilla. La mejilla del amor. Sabiendo esto, podemos tomar mayor conciencia y elegir hacernos responsables. Por ejemplo, si uno tiene problemas con sus hijos, lo mejor es hablarles cuando están dormidos. Lo único necesario es decirles que los amamos y que les agradecemos que estén en nuestra vida. No es propicio darles nuestros puntos de vista, a menos que ellos los pidan. Tampoco es productivo tratar de convencerlos de que uno tiene razón y ellos no. Es muy difícil saber lo que es bueno para nosotros. ¿Cómo podemos saber lo que es bueno para los demás?

El agradecimiento es también una herramienta muy poderosa. Cuando uno se siente deprimido o angustiado, lo mejor es pensar en todas las cosas buenas que tiene en su vida . Practicando esto, muy pronto nos cambia la energía. Nos elevamos, estamos más allá de los problemas. A veces no nos damos cuenta de todo lo que tenemos porque nos concentramos en aquello que "creemos" nos falta. En realidad ya lo tenemos todo, incluyendo el amor. Sólo debemos dar nuestro permiso para recibirlo y poder así experimentarlo.

No podemos esperar que los demás nos hagan felices. Sólo podemos encontrar verdadero Amor adentro nuestro. El secreto de la felicidad no está en buscar afuera ni en buscar más, sino en desarrollar nuestra capacidad de amar y disfrutar.

viernes, 25 de enero de 2008

Tres cosas ...

Tres cosas irrevocables en la vida:

El Tiempo
Las Palabras
Las Oportunidades

Tres cosas que no debes negar a tu vida:

La Serenidad
La Honestidad
La Esperanza

Tres cosas que deterioran la vida:

El Orgullo
La Arrogancia
El Enojo

Tres Joyas que se tienen en la vida:

La Autoestima
El Amor
Los Buenos Amigos

Tres cosas que son de tu elección:

Tus Sueños
Tu Éxito
Y Tu Destino

Otra oportunidad

Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su heredero.
Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos.
Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían.
Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa con algo escrito:
"PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE TU PADRE "
Mas tarde, llamó a su hijo, lo llevó al establo y le dijo:
Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío... Y yo sé cual será tu futuro.
Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos.
Venderás todos los bienes para sustentarte y, cuando no tengas mas nada, tus amigos se apartarán de ti.
Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado.
Fue por esto que construí esta horca.
¡ Es para tí !
Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella
El joven se rió, pensó que era un absurdo, pero, para no contradecir al padre, prometió, pensando que eso jamás podría suceder.
El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, pero, así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad.
Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir:
Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado tus consejos... Pero ahora es demasiado tarde.
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos lentos, se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo, y entonces pensó:
Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos esta vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada mas...
Entonces, él subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó:
Ah, si yo tuviese una nueva oportunidad...
Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta... Era el fin.
Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso.
Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, safiros y brillantes, muchos brillantes...
horca estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas.
En ella estaba escrito:
Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho!
Con amor, tu viejo padre.
Dios es exactamente así con nosotros.
Cuando nos arrepentimos, podemos ir hasta él.
El siempre nos dá una nueva oportunidad.
Una segunda oportunidad

Como llamarlo ....

A eso de caer y volver a levantarte de fracasar y volver a comenzar
de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso ....no lo llames adversidad llamale SABIDURIA.
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente, de fijarte una meta y tener
que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla, de planear un vuelo
y tener que recortarlo, de aspirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar.
A eso... no le llames castigo llamale ENSEÑANZA
A eso de pasar juntos dias radiante, dias felices y dias tristes,
dias de soledad y dias de compañia. A eso....no lo llames rutina, llamale EXPERIENCIA.
A eso, de que tus ojos miren y tus oidos oigan, y tu cerebro funcione y tus
manos trabajen, y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta, y tu corazon ame....
A eso... no le llames poder humano, llamale MILAGRO DIVINO.
A eso de que tus ojos esten leyendo este mensaje y que tengas el tiempo
para disfrutarlo, que escuches esa melodia y tengas esa sensacion de cariño...
A eso.. no le llames casualidad. Llamale AMOR.

jueves, 24 de enero de 2008

Ayúdame señor a entender a mis hijos

Ayúdame señor, te lo suplico, a entender a mis hijos, a escucharlos
pacientemente y a contestar sus preguntas con amabilidad.

No permitas que los interrumpa y menos que los contradiga sin razón.

Concédeme el valor suficiente para confesarles mis faltas y pedir su
perdón cuando les haya hecho algún daño.

No permitas nunca que hiera con mis actos sus sentimientos.

Evita que me ría de sus errores o que los castigue avergonzándolos o
poniéndolos en ridículo y sobre todo te pido, Señor, que nunca
descargue en ellos mi ira tan solo para satisfacer mi egoísmo.

Jamás permitas que los induzca a mentir o robar.

Hazme cada día más humilde y que deje ya de sermonearlos
continuamente.

Guíame hora tras hora para que pueda confirmar, por lo que diga y
haga, que la honestidad es fuente de felicidad.

Cuando me salga de mis casillas, ayúdame Señor a contenerme.

Hazme tolerante con los pequeños errores de mis hijos, pero dame luz
para ver las cosas buenas que ellos hacen.

Pon siempre en mis labios la palabra justa cuando merezcan elogios.

Ayúdame a tratarlos de acuerdo a su edad.

No me permitas que exija que razonen como adultos y que tengan el
juicio que solo la experiencia da.

Permíteme que pueda concederles todas las satisfacciones que sean
razonables, pero dame el valor suficiente para negarles cualquier
privilegio que pueda perjudicarles.

Señor, ayúdame a cumplir con el deber de educar a mis hijos.

Nadie puede darte el significado de tu vida

Es tu vida y el significado ha de ser también el tuyo. Los Himalayas no te servirán de ayuda. Nadie más que tú puede encontrarlo. Es tu vida y solamente es accesible a ti. Solamente con el vivir te será revelado el misterio.

Lo primero que me gustaría decirte es: no lo busques en ninguna otra parte. No lo busques en mí, no lo busques en las escrituras, no lo busques en inteligentes explicaciones; son sólo justificaciones, no explican nada. Simplemente atiborran tu mente vacía, no te hacen consciente de lo que es. Y cuanto más está la mente atiborrada de conocimiento muerto, más torpe y estúpido te vuelves. El conocimiento hace a la gente estúpida, adormece su sensibilidad. Se atiborran de él, cargan con él, refuerzan su ego con él, pero no les aporta luz y no les indica el camino. No puede hacerla.

La vida ya está burbujeando en tu interior. Solamente puedes contactar con ella allí. El templo no está en el exterior; tú eres su santuario. Por eso lo primero que has de recordar, si quieres saber lo que es la vida, es: nunca la busques en lo exterior, nunca trates de descubrirla en alguien. El significado no puede ser transferido de este modo. Las Maestros más grandes nunca han dicho nada sobre la vida, siempre te han devuelto a ti mismo.

Lo segundo que has de recordar es: una vez que sepas lo que es la vida sabrás, lo que es la muerte. La muerte es parte del mismo proceso. Por lo general creemos que la muerte llega al final, por lo general creemos que la muerte se opone a la vida; por lo general creemos que la muerte es el enemigo, pero la muerte no es el enemigo. Y si consideras a la muerte como
el enemigo esto simplemente demuestra que no has sido capaz de saber lo que es la vida.

La muerte y la vida son dos polaridades de una misma energía, del mismo fenómeno, el flujo y el reflujo, el día y la noche, el verano y el invierno. No están separados y no son opuestos ni contrarios. Son complementarios. La muerte no es el fin de la vida; de hecho es una culminación de una vida, la cresta de la vida, el clímax, el gran final. Y una vez conoces tu vida y su
proceso, entonces comprendes lo que es la muerte.
Osho- El Arte de Morir Pág.3

miércoles, 23 de enero de 2008

En caso de crisis

Siempre que hay una presión del exterior (lo que sucederá muchas veces en la
vida) resulta difícil entrar directa mente en la meditación. Por ello, antes
de meditar tienes que hacer algo durante quince minutos para suprimir la
presión; sólo así puedes entrar en la meditación.

Siéntate en silencio durante quince minutos y piensa que todo el mundo es un
sueño, ¡y lo es! Piensa en todo el mundo como si fuera un sueño y como si no
hubiera nada importante en él.

Por otra parte, recuerda que tarde o temprano todo desaparecerá, incluido tú
No has estado ni estarás siempre aquí. Nada es permanente.

Además, recuerda que sólo eres un testigo. Esto es un sueño, una película.
Recuerda estas tres cosas: el mundo es un sueño y todo pasará, incluso tú.
La muerte se aproxima y la única realidad es el testigo, así que tú eres
sólo un testigo. Relaja el cuerpo, sé testigo durante quince minutos y
después medita. Podrás hacerlo y no habrá problema.

Sin embargo, siempre que sientas que la meditación se ha vuelto simple, deja
de hacer esta preparación; si no, se volverá habitual. Debe usarse sólo en
casos especiales en que sea difícil entrar en la meditación. Si lo haces
todos los días será bueno pero te acostumbrarás y ya no tendrá efecto.
Utilízala de manera medicinal. Cuando las cosas vayan mal y sean difíciles,
hazla; te abrirá el camino y serás capaz de relajarte.

Osho- Tónico para el Alma Págs. 110,111

lunes, 21 de enero de 2008

Las habilidades sociales

Las habilidades sociales son una serie de conductas y gestos que expresan sentimientos, actitudes, deseos y derechos del individuo, siempre de una manera adecuada y de modo que resuelven satisfactoriamente los problemas con los demás.

¿Para qué sirven las Habilidades Sociales?
Para interactuar con los demás y establecer relaciones.

¿Cuáles son las Habilidades Sociales?
GRUPO I: Primeras habilidades sociales
1. Escuchar.
2. Iniciar una conversación.
3. Mantener una conversación.
4. Formular una pregunta.
5. Dar las gracias.
6. Presentarse.
7. Presentar a otras personas.
8. Hacer un cumplido.
GRUPO II. Habilidades sociales avanzadas
9. Pedir ayuda.
10. Participar.
11. Dar instrucciones.
12. Seguir instrucciones.
13. Disculparse.
14. Convencer a los demás.
GRUPO III. Habilidades relacionadas con los sentimientos
15. Conocer los propios sentimientos.
16. Expresar los sentimientos.
17. Comprender los sentimientos de los demás.
18. Enfrentarse con el enfado del otro.
19. Expresar afecto.
20. Resolver el miedo.
21. Auto-recompensarse.
GRUPO IV. Habilidades alternativas a la agresión
22. Pedir permiso.
23. Compartir algo.
24. Ayudar a los demás.
25. Negociar.
26. Emplear el autocontrol.
27. Defender los propios derechos.
28. Responder a las bromas.
29. Evitar los problemas con los demás.
30. No entrar en peleas.
GRUPO V. Habilidades para hacer frente al estrés
31. Formular una queja.
32. Responder a una queja.
33. Demostrar deportividad después del juego.
34. Resolver la vergüenza.
35. Arreglárselas cuando le dejan de lado.
36. Defender a un amigo.
37. Responder a la persuasión.
38. Responder al fracaso.
39. Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
40. Responder a una acusación.
41. Prepararse para una conversación difícil.
42. Hacer frente a las presiones de grupo.
GRUPO VI. Habilidades de planificación
43. Tomar iniciativas.
44. Discernir sobre la causa de un problema.
45. Establecer un objetivo.
47. Recoger información.
48. Resolver los problemas según su importancia.
49. Tomar una decisión.
50. Concentrarse en una tarea.
La buena noticia es que si no contamos con estas habilidades sociales, pues simple y sencillamente... podemos aprender!!!

He aprendido ...

He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo convertirme en alguien a quien se pueda amar; el resto ya depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparan por mi.He aprendido que puede requerir años construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor si no las personas que tengo alrededor.
He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos, después de eso necesito poder hacer mas.
He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los demás, si no con lo mejor que puedo hacer yo.
He aprendido que lo más importante no es lo que sucede sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la ultima ves que las veo.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos que lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que, o controlo mis actitudes o ellas me controlan a mí.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo mas debe tomar su lugar.
He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha practica.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador de algo o alguien.
He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y tener el mejor de los momentos.
He aprendido que a veces las personas que creo que van a patear cuando estoy caído, son aquellas las que me ayudan a levantar.
He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, mas no el derecho de ser cruel.
He aprendido que la verdadera amistad, y el verdadero amor, continúan creciendo a pesar de las distancias.
He aprendido que simplemente por que alguien no me ama de la manera que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplido.
He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son más humillantes y qué tragedia sería si él lo creyera.
He aprendido que mi familia no siempre estará pendiente de mí, mientras otras personas no relacionadas podrían preocuparse por mi, amarme y enseñarme a confiar de nuevo; las familias no son biológicas.
He aprendido que por bueno que sea el amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mi mismo.
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.
He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber influenciado en lo que soy, yo soy responsable de lo que llego a ser.
He aprendido que simplemente porque dos personas pelean, no significa que no se aman la una a la otra; y que simplemente porque dos personas no discuten, no significa que si se amen.
He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos cambian.
He aprendido que no debo afanarme averiguar un secreto; podría cambiar mi vida para siempre.
He aprendido que dos personas pueden mirar a la misma cosa y ver totalmente algo diferente.
He aprendido que por mas que trato de proteger a mis hijos, ellos eventualmente se lastiman y con eso me lastimo en el proceso.
He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado.
He aprendido que sin importar las consecuencias; cuando soy honesto conmigo mismo llego mas lejos en la vida.
He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente; el truco es el autodominio.
He aprendido que por muchos amigos que tenga, si me convierto en su salvador, me sentiré solitario y perdido en los momentos que mas los necesite.
He aprendido que puedo cambiar mi vida en cuestión de horas ante la influencia de personas que ni si quiera me conocen.
He aprendido que aún cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo pide ayuda, logro encontrar la fortaleza para ayudarlo. He aprendido que tanto escribir como hablar puede aliviar los dolores emocionales.
He aprendido que los títulos en la pared no nos convierten en seres humanos decentes.
He aprendido que las personas se mueren demasiado pronto.
He aprendido que aunque las palabra amor pueda tener diferentes significados, pierde su valor cuando se utiliza con ligereza.
He aprendido que es muy difícil determinar dónde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.

domingo, 20 de enero de 2008

Los dos lobos ...

Un indio muy sabio se encontraba enseñando a su pequeño nieto una de las lecciones más importantes de la vida. Le contó al pequeño niño la siguiente parábola:

"Existe una pelea dentro de cada uno de nosotros. Es una terrible pelea entre dos lobos", le dijo.

"Un lobo es malo. Es furia, rabia, envidia, remordimiento, avaricia, arrogancia, auto compasión, resentimiento, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego. El segundo lobo es bueno. Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, empatía, verdad, compasión y fe".

El nieto pensó sobre esto un momento. Entonces le preguntó al abuelo, "¿Que lobo ganará esta pelea?"

El abuelo simplemente respondió, "El que alimentes".

¿A cuál estás alimentando hoy?

sábado, 19 de enero de 2008

Aprendiendo a Ser Felices.

Es la clase más popular de la Universidad de Harvard. Son muchos los estudiantes que quieren inscribirse en la materia que dicta el profesor Tal Ben-Shachar, quien enseña a sus alumnos cómo aprender a ser más felices.

Según Ben-Shachar, la clase de Psicología Positiva -que se centra en la felicidad, la autoestima y la motivación- le da a los estudiantes herramientas para conseguir el éxito y encarar la vida con más alegría
“El objetivo de mi clase es crear este puente, unir la accesibilidad y la diversión de la autoayuda con la rigurosidad y la sustancia de la academia".

Este profesor de 35 años y que algunos consideran "el gurú de la felicidad", no critica otras propuestas de la psicología, pero asegura que es importante no olvidar el lado positivo de los seres humanos.
También cree que es necesario unir el aspecto práctico de los libros de autoayuda con el rigor de los estudios académicos.

Ben-Shachar conversó con BBC Mundo sobre su clase. Lo invitamos a leer la entrevista y también a que envíe su comentario.
¿Comparte usted los consejos del profesor Ben-Shachar?
¿Qué herramienta le ha resultado más útil para encarar la vida de una forma más positiva?
¿Qué consejo o experiencia le gustaría compartir con otros lectores?
¿Es posible "aprender" a vivir con alegría?
Qué aprenden los estudiantes en su clase y cómo lo hacen?
La principal lección para mis alumnos es que la felicidad está en nuestro estado de ánimo.
Es cierto que las circunstancias externas son importantes. Por ejemplo, a una mujer que vive en Darfur, Sudán, se le haría difícil alcanzar la felicidad, pero más allá de las condiciones y las libertades básicas, la felicidad hay que encontrarla en nuestro propio estado de ánimo.
Los estudiantes aprenden cómo pueden cambiar su visión del mundo y sus estados de ánimo con el fin de incrementar sus niveles de felicidad.
Esto se logra por medio de la lectura de artículos, la redacción de ensayos y también éxamenes.

¿Y cómo se encuentra la felicidad?
El enfoque está en lo interior y no lo exterior. Por ejemplo, la mayoría de la gente, sea en Estados Unidos, Asia, África, Europa o América Latina, nos concentramos en lo negativo en vez de lo positivo.
Por ejemplo, debemos aprender a expresar gratitud por lo que tenemos, por el privilegio de tener una familia, comida en la mesa; hay que aprender a apreciar la vida.
También hay que mirar el fracaso desde otra perspectiva. Más allá de decir que es una catástrofe, la pregunta es qué podemos aprender.
Es necesario apreciar el valor de la música, la espiritualidad y las relaciones interpersonales, porque son elementos que le otorgan valor a nuestra vida.
Se trata también de darnos permiso de ser humanos y permitirnos experimentar la tristeza, la ansiedad en determinados momentos, porque son los que nos hacen fuertes y crecer.

¿Pero algunos críticos podrían decir que su clase no es más que una materia trivial y muy superficial?
La importancia de la psicología positiva radica en que es un campo dedicado al mejoramiento de la calidad de vida.
Es cierto que el tema del mejoramiento de la calidad de vida ha estado dominado por trabajos insustanciales, basados en pensamientos y opiniones de la gente en contraste a la rigurosidad científica.
Sin embargo, la psicología positiva brinda estudios bien sustentados en el área, que respaldan cambios posibles y reales.

¿Cómo evalúa el progreso de los estudiantes y cómo ellos pueden evaluar su propio progreso?
El progreso de los estudiantes se mide como cualquier otra materia en la Universidad de Harvard.
Hay una evaluación objetiva en la que los alumnos, al final del curso, obtienen una puntuación sobre la base de los niveles de comprensión de las investigaciones y la calidad de sus ensayos.
Sin embargo, cada estudiante debe preguntarse a sí mismo: "¿Soy más feliz como resultado de lo que aprendí?", y lo más importante es: "¿Cómo puedo continuar e incrementar mis propios niveles de felicidad?".
Deben preguntarse, por ejemplo, si deben continuar escribiendo un diario de gratitud o dar por sentado lo positivo en la vida. Deben preguntarse seriamente lo que en realidad quieren hacer. ¿Quiero estar en Wall Street o preferiría ir a Calcuta y hacer trabajo voluntario?
Cualquiera que sea la respuesta a esta pregunta, es lo que hará a la persona más feliz y por ello sólo ella debe responderla y nadie más. Por ejemplo: "¿Soy auténtico y estoy viviendo la vida que quiero?".
BUSCANDO LA FELICIDAD
Aprecie lo positivo. Dedique unos minutos al día para agradecer el privilegio de cosas simples como disfrutar de su familia. Según Ben-Shachar, las personas que lo hacen son más felices, más exitosas y sanas.
Vea el fracaso como enseñanza. A nadie le gusta fracasar, pero busque qué pudo aprender de la experiencia.
Dedique tiempo a lo que quiere. Pregúntese: "¿Qué tiene realmente significado en mi vida?", "¿Qué es lo que más disfruto hacer?", "¿Cuáles son mis fortalezas?"
Ejercítese. La actividad física regular tiene el mismo poder que muchos antidepresivos altamente efectivos. Ben-Shachar recomienda el ejercicio especialmente a los que trabajan frente a una computadora

viernes, 18 de enero de 2008

Una Inteligencia abarcadora.

En la década de los '70, un investigador, el químico Marcel Vogel, trabajó intensamente con las plantas y su sensibilidad a los seres humanos y su capacidad de registrar las emociones y los pensamientos humanos. En una conferencia afirmó: "Es un hecho: el hombre puede comunicarse y se comunica efectivamente con la vida de las plantas. Las plantas son instrumentos sumamente sensibles para medir las emociones humanas. Irradian fuerzas energéticas benéficas para el hombre".

¡Podemos sentir esas fuerzas! Se alimentan en nuestro propio campo de fuerzas, que a su vez devuelve energía a la planta... Los indios americanos eran perfectamente conscientes de estas facultades. Cuando les hacía falta, iban a los bosques. Con los brazos abiertos, apoyaban la espalda contra un pino para volver a llenarse de su poder. Aparentemente, la vida retiene memoria y receptividad de los sentidos con capacidad para percibir, aun a nivel molecular. Los experimentos a nivel celular realizados por Backster y por le doctor Howard Miller, citólogo, revelaron que las células del esperma resultaron ser asombrosamente astutas, ya que parecen capaces de identificar y reaccionar a la presencia de su propio dador, ignorando la presencia de otros machos. Dichas observaciones darían a entender que una especie de memoria total puede llegar hasta la célula individual.. . La percepción no se detiene a nivel celular. Puede llegar hasta lo molecular, lo atómico o incluso lo subatómico. Es posible que un montón de cosas que fueron convencionalmente consideradas inanimadas deban ser reevaluadas.

Si bien podemos no ser conscientes de estas conexiones minúsculas, estamos empezando a darnos cuenta de que vivimos dentro de una inteligencia mayor que la nuestra. La vida, el flujo eterno de energía viva, es fruto de nuestra intención y atención y está pensada para satisfacer nuestras necesidades a través de la huella dentro de nuestro ADN celular. Con el poder de la conciencia activamos nuestro campo y atraemos, a su debido tiempo, lo que necesitamos.

James Redfield . Conciencia celular

El Sendero del Mago


Deepak Chopra
El mayor bien que puedes hacerle al mundo es convertirte en mago.
Era el último día que pasarían juntos. El joven Arturo estaba parado al lado del camino que conducía hacia afuera del bosque. Mirando por encima del hombro trató de ver el claro de Merlín, pero éste había desaparecido. Un espeso parche de bosque, que había crecido de la noche a la mañana, se lo había tragado y, con él, la entrada a la cueva de cristal. Arturo sintió el vacío de la pérdida, seguro de que ésta afectaría a todos los mortales y no solamente a él.
- "No regresaré jamás, ¿verdad?", preguntó. Merlín, quien se encontraba a su lado, sacudió la cabeza.
- "No hay necesidad de que lo hagas. Ya terminaste conmigo".
- "Dudo que algún día pueda terminar contigo", pensó Arturo. Le parecía que incluso después de tantos años de entrenamiento, tenía muchas más cosas que preguntarle a su maestro que el primer día. Leyendo su mente, el mago dijo:
- "Quise darte un obsequio de despedida y no se me ocurrió nada mejor que esto". Señaló el camino sobre el cual estaban parados, el cual también había aparecido de la noche a la mañana.
- "Los senderos son la señal del mago. ¿Sabías eso?"
- "Entonces recuerda mis palabras. Un mago es alguien que enseña alejándose y cuando tú mismo puedas alejarte, serás un mago. Aunque creas poseer una parte de esta tierra, en realidad sólo caminas sobre ella. En espíritu eres el polvo del camino, la inquietud del viento. Ustedes los mortales construyen casas para protegerse del mundo. Para un mago, el hogar es este momento, y los momentos siempre están en movimiento.. ."
- "Por el camino del tiempo", añadió Arturo terminando la frase. Conocía de memoria muchas de las enseñanzas de Merlín.
- "Sí", convino Merlín. Los dos guardaron silencio. El muchacho miró por el rabillo del ojo para ver si Merlín estaba triste o por lo menos acongojado por su partida. La expresión del mago no denotaba ni una cosa ni otra.
- "Veo que no me crees del todo", dijo Merlín. "Pero alejarte de mí es en realidad el mejor obsequio que puedo darte". Y con eso, los indecisos pies del muchacho comenzaron a andar. Había un recodo a noventa metros de distancia y cada paso que Arturo daba hacia él parecía cambiarlo un poco. Los años que había pasado al lado de Merlín parecían desvanecerse en un sueño, al tiempo que aumentaba su curiosidad por conocer el mundo.
Para cuando llegó al recodo, no pudo resistir las ganas de ver lo que había más allá. Toda la acción y el deseo de un mundo que nunca había conocido se convirtieron en algo de lo cual ansiaba ser parte; ahora sus pies volaban en su anhelo de salir del bosque. La imagen del propio Merlín se diluyó en su mente hasta quedar solamente una voz que decía: "Te he llevado a los lugares recónditos de tu alma. Ahora deberás encontrarlos nuevamente, esta vez por ti mismo". Al cabo de un momento, también la voz se desvaneció. El muchacho pasó el recodo, levantó el polvo con un salto de alegría y sonrió. En ese momento supo que cada vez que viera un camino pensaría en Merlín.
Para Comprender la Lección.
Andar un camino es señal de desapego, y los magos enseñan que la verdadera libertad está en el desapego. Una persona libre vive en el espíritu, de la misma manera que el mago, y puede hacer mucho más bien que el que podría hacer por fuera del espíritu.
Nuestra sociedad no acepta aún este punto de vista, porque usted y yo y todas las personas a quienes conocemos hemos sido condicionados para pensar de otra manera. Estamos apegados todo y creemos que lo que hace funcionar la vida es el apego.
Nuestro sentido de apego comienza con nuestra relación con esta Tierra. Los mortales, dicen los magos, viven bajo la ilusión de que son dueños del mundo y controlan su destino. Desde el punto de vista de los magos, el mundo tiene un espíritu que supervisa nuestro bienestar; vivimos al abrigo de ese espíritu y tenemos la capacidad de forjar nuestro propio destino. Pero no es posible poseer o controlar al espíritu.
- "¿Deseas poseer el mundo entero, no es así?", le preguntó Merlín a Arturo.
- "No, creo que no", replicó el muchacho.
- "Ah, si lo deseas, créeme. Ustedes los mortales son como la chispa que ha de incendiar todo un campo algún día. La chispa parece insignificante, pero se disemina cada vez más".
- "¿Quieres decir que destruiremos el mundo?", preguntó Arturo.
- "Eso depende. No es posible destruir el espíritu y si llegas a considerarte un espíritu, te unirás al espíritu de la Tierra. La alternativa es hacer caso omiso del espíritu y, si optas por ese camino, esta Tierra no te interesará para riada. Su dolor no apelará a ti".
Merlín señaló una gran roca.
- "Patéala", dijo.
Arturo obedeció.
- "¡Ay!", se quejó.
- "Raro", comentó Merlín. "Fue la
roca la que recibió la patada y, no obstante, fuiste tú quien gritó".
- "¿Qué tiene eso de raro?", se quejó Arturo, sospechando que el mago lo había hecho patear más fuerte de lo que él había planeado.
- "Esta fue una lección sobre el espíritu. Cuando pateaste la roca, te lastimaste a ti mismo. La roca no protestó, porque la Tierra jamás lo hace. Ella está segura en el espíritu. La lección de la Tierra para ustedes, los mortales, es su seguridad en el espíritu. Pero si sientes ira a causa de tu lesión, la cual la roca se limitó a devolverte, tenderás a hacer caso omiso del espíritu. Querrás aplastar la roca, destruirla y utilizarla para tu beneficio, todo porque la Tierra es lo suficientemente gentil como para no gritar cuando la lastimas".
Es parte de la naturaleza del espíritu no protestar. No hay forma de lastimar al espíritu, y aunque los humanos hemos causado un daño asombroso a la Tierra, el resultado final siempre será que acabaremos dañándonos a nosotros mismos. No respetamos nuestro propio espíritu. Nos vemos a nosotros mismos con temor e ira.
- "Has perdido la fe en la fe", dijo Merlín. "Pareces no confiar en la confianza". Lo que esto significa es que las cualidades del espíritu, entre ellas el amor, la fe, la confianza, deben conocerse y experimentarse para que sirvan de algo.
La mayoría de las personas batallan contra su voluntad; recurren al miedo y a la ira porque sienten que esos son los caminos que les han sido impuestos. La voluntad para vivir en paz depende de no dejarse guiar por esas energías negativas, y eso sólo puede lograrse siguiendo el sendero del mago. "Si deseas hacerle bien al mundo, abandona todo tu egoísmo y conviértete en mago", decía Merlín. "Si deseas hacerte bien a ti mismo, sé completamente egoísta y de todas maneras conviértete en mago". Aunque esto puede sonar paradójico, en últimas todo espíritu es espíritu. Todos vamos por el mundo como individuos, pero también como parte de la Tierra. Por lo tanto, en la medida en que nos reconquistamos, recuperamos al mundo.

jueves, 17 de enero de 2008

Las Creencias

Nuestras creencias, son la parte fundamental de nuestra vida. Lo que creemos, se manifiesta; nuestros pensamientos son órdenes que serán obedecidas y las veremos reflejadas en nuestra vida como experiencias. Si piensas en miedo, en carencias, en desamor y fracaso, actuarás como un imán para ello, atrayéndolo de manera natural, instantánea, convirtiéndose en tu realidad inmediata.

Exactamente lo mismo pasa cuando pensamos en dinero, amor o éxito, éstos vendrán de manera fácil, casi sin buscarlos provocando milagros diarios en nuestra vida. Los pensamientos del presente, crean nuestro futuro. El pensamiento y las palabras van juntos, ambos contienen vibraciones energéticas que atraen lo que llaman, sucesos de la misma calidad de sus vibraciones.

Los pensamientos son sólo eso, y pueden cambiarse, nosotros tenemos el poder de hacerlo, es sólo una programación. Nosotros somos los únicos responsables de la vida que nos hemos construido, no podemos culpar al destino, a nuestros padres a la suerte o a Dios; si aceptamos nuestra responsabilidad, nos estaremos dando la oportunidad de elegir un cambio consciente, que no nos permita volver a nuestras creencias negativas y desde luego a nuestra vida llena de sacrificio y sufrimiento.

Ejemplos de Creencias Negativas:
  • "Nadie me quiere"
  • "Todo el mundo me hace daño"
  • "No tengo dinero"
  • "No tengo capacidad para un empleo mejor"
  • "Soy fea"

Si analizamos las afirmaciones anteriores, nos daremos cuenta que las podríamos resumir en una sola frase: Baja autoestima. Es el resultado de no valorarnos como personas, como trabajadores, como seres capaces de inspirar amor, admiración, etc. Es lo que nosotros creemos y es lo que estamos viviendo.

Nuestro Pasado
Nuestra vida actual, es reflejo de un pasado arraigado a nosotros. Las experiencias que vivimos, nos hicieron pensar que así era la vida. Lo que vimos en nuestro entorno, nuestra sociedad y los acontecimientos, fueron la influencia que nos dieron un patrón determinado de pensamientos.
¿Recuerdas como fue tu infancia? ¿Tu adolescencia? ¿Cómo fueron tus padres? ¿Qué aprendiste de ellos?

Nuestros Padres
Nuestros padres son la principal fuente de creación en nuestro patrón de creencias. Si tuvimos la suerte de vivir en un hogar lleno de amor, de unión y felicidad, ¡tenemos parte del camino ganado! y habrá poco que restaurar. Pero si pertenecemos a una familia agresiva, que nos repitió incontables veces "Eres un inútil" "Nadie se va a fijar en ti" "El éxito es para los ricos" "Los hombres no lloran" etc., entonces te darás cuenta, que una gran lista de estas ideas limitantes están construyendo tu realidad actual y que aparte tienes que luchar contra una gran dosis de resentimiento, culpa y rencor, no sólo hacia tu familia, sino también hacia ti mismo y hacia el mundo entero.

De la Biblia podemos sacar una enseñanza vital: "No juzgarás a tu padre ni a tu madre". Esta frase no es casualidad, tiene varias razones:

Nuestros padres hacen lo mejor que pueden, con las armas que tomaron en su experiencia con el pasado. Si a ellos no les enseñaron lo que es el amor, no pudieron aprenderlo y por consecuencia no te lo pudieron enseñar, en este caso, el amor encierra todo, y entre ello se encuentra el autoestima, una persona con falta de autoestima puede tener muchos matices al manifestarse, desde tener actitudes violentas (para obligar a la gente a la aceptación de sus ideas) como un carácter debilitado y temeroso de enfrentarse a la vida.

En este mundo no hay culpables, todos somos partícipes de un rol que desempeñamos por acuerdo mutuo entre Dios y nosotros. Esto se da desde otros planos. Ahí es donde elegimos la vida que llevaremos aquí en la Tierra, desde la ciudad en la que naceremos, hasta nuestro color de piel, y desde luego, también hemos escogido a los padres que cuentan con los elementos que nosotros necesitamos como aprendizaje. De todo lo malo que hayamos podido absorber, podemos también descubrir que aprendimos cosas buenas.

Recreación de nuestro Antiguo Hogar
Cuando nos independizamos de la casa de nuestros padres, y nos quedamos con las creencias que aprendimos de ahí, inconscientemente aunque no estemos de acuerdo con ello, volvemos a construir un hogar con las mismas características. Las palabras y las frases llegan en cada momento a nuestro encuentro. ¿Tratas a tus hijos como te trataron a ti? ¿Tratas a tu esposo (a) como tu papá trató a tu mamá?. Aunque no sea una recreación 100% igual, habrán detalles que siempre aparezcan. Si no estamos de acuerdo con la vida que vivimos y no queremos crear otro hogar igual, es necesario tener conciencia de todas nuestras creencias aprendidas, para empezar a cambiar nuestra historia.

Eligiendo nuestros Pensamientos
Los pensamientos son sólo eso, y pueden cambiarse, podemos elegir entre ellos.
¿Cuántas veces te has negado a pensar que eres una persona exitosa? ¿Cuantas veces no has aceptado que puedes inspirar confianza y amor en los demás? En estos casos, tú estás eligiendo estos pensamientos, de la misma manera, puedes elegir, pensamientos contrarios que eleven tu autoestima. El amor hacia uno mismo es parte fundamental en este proceso de cambio y curación. El reconocimiento de nuestro propio poder y de todas nuestras capacidades es el camino para elegir la vida que merecemos vivir. La vida que siempre hemos querido tener pero creemos que no es para nosotros, que no la merecemos.

El Secreto para ser un hombre feliz ...

Hace muchísimos años, vivía en la India un hombre al que se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llego ante el un niño y le dijo: "Señor, al igual que tu, también quiero ser inmensamente feliz. "Por que no me enseñas... ¿que debo hacer para conseguirlo" ? El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser felíz. Ven conmigo y presta mucha atención.
En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser felíz y estos son: MI MENTE Y MI CORAZÓN. El gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida".
"El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes." "El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capáz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer: Este paso se llama autoestima alta."
"El tercer paso, es que debes poner en practica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación." "El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas." "El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te deja ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona y olvida." "El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitaran algo de mas valor."
"El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera." "Y por ultimo, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices... " "Aplica estos pasos y veras que fácil es Ser Feliz."

miércoles, 16 de enero de 2008

Debemos mirarnos al espejo más a menudo

Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.

Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".

El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, - estás mirando un espejo!!!".

Muchas veces nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás.

Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas; es más fácil negarlas que reconocerlas.

Por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos.

"El que encubre sus faltas no prosperará, por el contrario el que las admite y se automejora cada día alcanzará seguro lo que se proponga".

La Ira...



¿Cómo puedo estar alerta en medio de fuertes situaciones emocionales? ¡Mi rabia se siente como si miles de caballos salvajes estuvieran desbocados conmigo!
La rabia es muy poca cosa. Si puedes simplemente esperar y observar, no te encontrarás con «miles de caballos salvajes». Si puedes encontrarte aunque sea con un burrito, ¡eso será suficiente! Obsérvala y se irá, poco a poco. Entrará por un lado y saldrá por el otro. Tú solamente tienes que tener un poquito de paciencia para no cabalgar sobre ella.

La ira, celos, envidia, codicia, competitividad, todos nuestros problemas son muy pequeños pero nuestro ego los magnifica, los agranda tanto como puede. El ego no puede actuar de otra manera; su ira tiene que ser grande. Con su gran ira, su gran miseria, su gran codicia y su gran ambición, él se hace grande. Pero tú no eres el ego, tú sólo eres un observador. Ponte simplemente a un lado y deja que pasen todos esos miles de caballos; miremos cuánto tiempo les lleva pasar. No hace falta preocuparse.
Tal como vienen -son salvajes- se irán. Pero no nos perderemos siquiera de un burrito; ¡saltaremos inmediatamente sobre él! No necesitas miles de caballos salvajes. Algo simplemente tan pequeño y te has llenado de ira y fuego. Te reirás de eso más tarde, de haber sido tan estúpido.
Si puedes observar sin involucrarte, como si fuera algo que está en la pantalla de un cine o de la televisión, algo que está pasando; obsérvalo. Se supone que no haces nada para impedirlo, para reprimirlo, para destruirlo, sacando una espada y matándolo, porque, ¿dónde vas a conseguir la espada? ¿De la misma fuente de donde proviene la ira? Todo es imaginación. Observa, simplemente, y no hagas nada -a favor o en contra. Y te sorprenderás: Aquello que parecía muy grande se vuelve muy pequeño. Pero nuestro hábito nos lleva a exagerar.
Un niño pequeño regresa a casa corriendo - no tiene más de tres años- y le dice a su madre:
- «Mami, un enorme león rugiendo con fuerza, ¡me ha estado persiguiendo por kilómetros! Pero me las he arreglado para escapar. Se me acercó muchas veces. Estaba a punto de atacarme cuando empecé a correr más rápido».
La madre miró al niño y dijo:
- «Tomás, ¡te he dicho un millón de veces que no exageres! ¿Cómo vas a encontrarte con un león en la ciudad? ¿Y has estado corriendo kilómetros? ¿Y dónde está el león?».
El niño miró fuera de la puerta. Dijo:
- «Está ahí fuera. Pero para decirte la verdad, sólo es un pequeño perro, ¡pequeñísimo! Sin embargo, cuando me perseguía parecía enorme.
Me has pedido que no exagere y ahora mismo has estado exagerando al decirme que lo has hecho millones de veces».
Nuestras mentes exageran mucho. Tú tienes pequeños problemas, y si dejas de exagerar y ves simplemente, entonces en la puerta hay un pobre perrito. Y no hace falta correr kilómetros; tu vida no está en peligro.
Cuando te viene la rabia, no es algo que te va a matar. Ha estado contigo muchas veces anteriormente, y has sobrevivido perfectamente bien. Es la misma rabia que has confrontado antes. Solamente haz algo nuevo, algo que no hayas hecho nunca: Cada vez que te veas envuelto en ella, peleando, simplemente observa, como si no te perteneciera, como si fuera la rabia de alguien más. Y te vas a encontrar con una gran sorpresa: ella desaparecerá en segundos. Y, cuando desparece la ira sin lucha alguna, deja tras de sí un estado tremendamente hermoso, silencioso y amoroso.
La misma energía que se hubiera podido convertir en una pelea se queda en tu interior. La energía pura es una delicia; estoy citando a William Blake: «Energía es delicia», sólo energía, sin nombre, sin adjetivo alguno. Pero tú nunca permites que la energía sea pura; o es rabia, u odio, o amor, o codicia, o deseo. Siempre tiene una connotación; nunca la captas en su pureza.
Cada vez que surja en ti lo que sea, se trata de una gran oportunidad para experimentar la energía pura. Observa, simplemente, y el burro se irá. Puede que se levante un poquito de polvo, pero ese polvo también se asienta por sí mismo; Tú no tienes que asentarlo. Tú simplemente esperas. No dejes de esperar y observar, y pronto te encontrarás rodeado de una energía pura que no se ha usado en pelear, en reprimir o en enojarse.
Y energía es gozo ciertamente. Una vez que conoces el secreto del disfrute, disfrutarás cada emoción; y cada emoción que surja en ti es una gran oportunidad.
Observa simplemente y proporciónale una ducha de gozo a tu ser. Poco a poco todas esas emociones desaparecerán, no volverán más; no vienen si no se las invita. Observación, o estado de alerta, o atención, o consciencia, todos son nombres diferentes para un mismo fenómeno: ser el Testigo. Ésa es la palabra clave.

martes, 15 de enero de 2008

Sólo en el perdón brota nueva vida

Todos hemos sufrido alguna vez injusticias y humillaciones, algunos tienen que soportar diariamente torturas, no sólo en una cárcel, sino también en un puesto de trabajo o en el entorno familiar. Es cierto que nadie puede hacernos tanto daño como los que debieran amarnos. "El único dolor que destruye más que el hierro es la injusticia que procede de nuestros familiares", dicen los árabes.


¿Cómo reaccionamos ante un mal que alguien nos ha ocasionado con cierta intencionalidad? Normalmente, desearíamos espontáneamente pegar a los que nos han pegado, o hablar mal de los que han hablado mal de nosotros. Pero esta actuación es como un búmeran: nos daña a nosotros mismos. Es una pena gastar las energías en enojos, recelos, rencores o desesperación, y quizá es más triste aún cuando una persona se endurece para no sufrir más.

Sólo en el perdón brota nueva vida. Por esto es tan importante educarse en el "arte" de practicarlo.

¿Qué es el perdón? ¿Qué hago cuando digo a una persona: "Te perdono?" Es evidente que reacciono ante un mal que alguien me ha hecho, actúo, además, con libertad, no olvido simplemente la injusticia, sino que renuncio a la venganza y quiero, a pesar de todo, lo mejor para el otro.

Vamos a considerar estos diversos elementos con más detenimiento.

1. Reaccionar ante un mal:

En primer lugar, ha de tratarse realmente de un mal para el conjunto de mi vida. Si un cirujano me quita un brazo que está peligrosamente infectado, puedo sentir dolor y tristeza, incluso puedo enojarme con el médico. Pero no tengo que perdonarle nada, porque me ha hecho un gran bien: me ha salvado la vida.

Situaciones semejantes pueden darse en la educación. No todo lo que parece malo a un niño es nocivo para él. Los buenos padres no conceden a sus hijos todos los caprichos que ellos piden. Por tanto el perdón sólo tiene sentido, cuando alguien ha recibido un daño objetivo de otro.

Por otro lado, perdonar no consiste, de ninguna manera, en no querer ver este daño, en colorearlo o disimularlo. Algunos pasan de largo las injurias con las que les tratan sus colegas o sus cónyuges, porque intentan eludir todo conflicto, buscan la paz a cualquier precio y pretenden vivir continuamente en un ambiente armonioso.
Parece que todo les diera lo mismo. "No importa" si los otros no les dicen la verdad, "no importa" cuando los utilizan como meros objetos para conseguir unos fines egoístas, "no importan" tampoco el fraude o el adulterio.

Esta actitud es peligrosa, porque puede llevar a una completa ceguera ante los valores. La indignación e incluso la ira son reacciones normales y hasta inevitables en ciertas situaciones, según nuestro grado de evolución. Quien perdona, no cierra los ojos ante el mal, no niega que existe objetivamente una injusticia. Si lo
negara, no tendría nada que perdonar.

Si uno se acostumbra a callarlo todo, tal vez pueda gozar durante un tiempo de una aparente paz, pero pagará finalmente un precio muy alto por ella, pues renuncia a la libertad de ser él mismo. Esconde y sepulta sus frustraciones en lo más profundo de su corazón, detrás de una muralla gruesa, que levanta para protegerse. Y ni siquiera se da cuenta de su falta de autenticidad. Es normal que una injusticia nos duela y deje una herida. Si no queremos verla, no podemos sanarla. Entonces estamos permanentemente huyendo de nosotros mismos y el dolor nos carcome lenta e irremediablemente. Algunos realizan un viaje, otros se mudan de ciudad. Pero no pueden huir del sufrimiento.

Todo dolor negado retorna, permanece largo tiempo como una experiencia traumática y puede ser la causa de heridas perdurables. Un dolor oculto puede conducir, en ciertos casos, a que una persona se vuelva agria, obsesiva, miedosa, nerviosa o insensible, que atraiga compañías espirituales inferiores, que rechace la amistad, etc. Sin que uno lo quiera, tarde o temprano, reaparecen los recuerdos. Al final, muchos se dan cuenta de que tal vez, habría sido mejor, hacer frente directa y conscientemente a la experiencia del dolor. Afrontar un sufrimiento de manera adecuada es la clave para conseguir la paz interior.

2. Actuar con libertad:

El acto de perdonar es libre. El odio provoca la violencia, y la violencia justifica el odio. Cuando perdono, pongo fin a este círculo vicioso, impido que la reacción en cadena siga su curso. Entonces libero al otro, que ya no está sujeto al proceso iniciado. Pero, en primer lugar, me libero a mí mismo. Estoy dispuesto a desatarme de los enojos y rencores. No estoy reaccionando, de modo automático, sino que pongo un nuevo comienzo, también en mí.

Superar las ofensas, es una tarea sumamente importante, porque el odio y la venganza envenenan la vida. El filósofo Max Scheler afirma que "una persona resentida se intoxica a sí misma". El otro le ha herido, de ahí no se mueve. Ahí se recluye, se instala y se encapsula. Queda atrapada en el pasado. Da paso a su rencor con
repeticiones y más repeticiones del mismo acontecimiento. De este modo arruina su vida.

Los resentimientos hacen que las heridas se infecten en nuestro interior y ejerzan su influjo pesado y devastador, creando una especie de malestar y de insatisfacció n generales. En consecuencia, uno no se siente a gusto en su propia piel. Pero, si no se encuentra a gusto consigo mismo, entonces no se encuentra a gusto en ningún
lugar. Los recuerdos amargos pueden encender siempre de nuevo la cólera y la tristeza, pueden llevar a depresiones. Un refrán chino dice: "El que busca venganza debe cavar dos fosas".

Las heridas no curadas pueden reducir enormemente nuestra libertad. Pueden dar origen a reacciones desproporcionadas y violentas, que nos sorprendan a nosotros mismos. Una persona herida, hiere a los demás. Y, como muchas veces oculta su corazón detrás de una coraza, puede parecer dura, inaccesible e intratable. En realidad, no es así, sólo necesita defenderse.

Parece dura, pero es insegura, está atormentada por malas experiencias. Hace falta descubrir las llagas para poder limpiarlas y curarlas. Poner orden en el propio interior, puede ser un paso para hacer posible el perdón. Pero este paso es sumamente difícil y, en ocasiones, no conseguimos darlo. Podemos renunciar a la venganza,
pero no al dolor. Aquí se ve claramente que el perdón, aunque está estrechamente unido a vivencias afectivas, no es un sentimiento. Es un acto de la voluntad que no se reduce a nuestro estado psíquico.

Cuando una persona ha realizado este acto eminentemente libre, el sufrimiento pierde ordinariamente su amargura, y puede ser que desaparezca con el tiempo.

3. Recordar el pasado:

Se suele escuchar que el tiempo "cura las heridas". No las cierra de verdad, pero las hace olvidar. Algunos psicólogos hablan de la "caducidad de nuestras emociones". Llegará un momento en que una persona no pueda llorar más, ni sentirse ya herida. Esto no es una señal de que haya perdonado a su agresor, sino que tiene
ciertas "ganas de vivir" de manera diferente. Un determinado estado psíquico, por intenso que sea, de ordinario no puede convertirse en permanente. A este estado sigue un lento proceso de desprendimiento, pues la vida continúa. No podemos quedarnos siempre ahí, pegados al pasado, perpetuando en nosotros el daño sufrido. Si permanecemos en el dolor, bloqueamos el ritmo de la naturaleza.

La memoria puede ser un cultivo de frustraciones. La capacidad de desatarse y de olvidar, por tanto, es importante para el ser humano, pero no tiene nada que ver con la actitud de perdonar. Ésta no consiste simplemente en "borrón y cuenta nueva". Exige recuperar la verdad de la ofensa y de la justicia, que muchas veces pretende
camuflarse o distorsionarse. El mal hecho debe ser reconocido y, en lo posible, reparado.

Hace falta "purificar la memoria". Una memoria sana puede convertirse en maestra de vida. Si vivo en paz con mi pasado, puedo aprender mucho de los acontecimientos que he vivido. Recuerdo las injusticias pasadas para que no se repitan, y las recuerdo como perdonadas. Si me "obligo" a olvidar una ofensa, en realidad lo que haré será recordarla constantemente, formando un círculo vicioso sin fin. Hay que dejar que fluyan las emociones y el olvido vendrá cuando deba ser.

4. Renunciar a la venganza:

Como el perdón expresa nuestra libertad, también es posible negar al otro esa facultad. Simon Wiesenthal, judío, cuenta en uno de sus libros, sus experiencias en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial: Un día, una enfermera se acercó a él y le pidió seguirle. Le llevó a una habitación donde se encontraba un joven oficial de la SS que estaba muriéndose. Este oficial contó su vida al preso judío, habló de su familia, de su formación, y cómo llegó a ser un colaborador de Hitler. Le pesaba sobre todo un crimen en el que había participado: en una ocasión, los soldados a su mando habían encerrado a 300 judíos en una casa, y la habían quemado, todos murieron. "Sé que es horrible, dijo el oficial. Durante las largas noches, en las que estoy esperando mi muerte, siento la gran urgencia de hablar con un judío sobre esto y pedirle perdón de todo corazón". Wiesenthal concluye su relato diciendo: "De pronto comprendí, y sin decir ni una sola palabra, salí de la habitación".
Perdonar significa renunciar a la venganza y al odio.

Existen, por otro lado, personas que no se sienten nunca heridas. No es que no quieran ver el mal y repriman el dolor, sino todo lo contrario, perciben las injusticias objetivamente, con suma claridad, pero no dejan que ellas les molesten. Han logrado un férreo dominio de sí mismos, han evolucionado. Cuando a alguien
nunca le duele la actuación de otro, es superfluo el perdón, pues falta la ofensa, y falta el ofendido.

5. Mirar al agresor en su dignidad personal:

El perdón comienza cuando, gracias a una fuerza nueva, una persona rechaza todo tipo de venganza. No habla de los demás desde sus experiencias dolorosas, evita juzgarlos y desvalorizarlos, y está dispuesta a escucharles con el corazón abierto. El secreto consiste en no identificar al agresor con su obra. Todo ser humano es más
grande que su culpa. Un ejemplo elocuente nos da Albert Camus, que se dirige en una carta pública a los nazis y habla de los crímenes cometidos en Francia: "Y a pesar de ustedes, les seguiré llamando hombres… Nos esforzamos en respetar en ustedes lo que ustedes no respetaban en los demás. Cada persona está por encima de sus peores errores".

Hace pensar una anécdota que se cuenta de un general del siglo XIX. Cuando éste se encontraba en su lecho de muerte, un sacerdote le preguntó si perdonaba a sus enemigos. "No es posible, respondió el general. Les he mandado ejecutar a todos".

El perdón del que hablamos aquí no consiste en saldar un castigo, sino en que es, ante todo, una actitud interior. Significa vivir en paz con los recuerdos y no perder el aprecio a ninguna persona. Se puede considerar también a alguien que ya desencarnó. Nadie está totalmente corrompido, en cada uno brilla una luz.

Al perdonar, decimos a alguien: "No, tú no eres así. ¡Sé quien eres! En realidad eres mucho mejor". Queremos todo el bien posible para el otro, su pleno desarrollo, su dicha profunda, y nos esforzamos por quererlo desde el fondo del corazón, con gran sinceridad.

¿Qué actitudes nos disponen a perdonar?

Vamos a considerar algunas actitudes que nos disponen a realizar este acto que nos libera a nosotros y también libera a los demás.

- Amor: Perdonar es amar intensamente. El verbo latín per – donare lo expresa: ´per´ intensifica el verbo que acompaña, ´donare´, que significa dar abundantemente, entregarse hasta el extremo. Sin embargo, cuando alguien nos ha ofendido gravemente, el amor apenas es posible. Es necesario, en un primer paso, separarnos de algún modo del agresor, aunque sea sólo interiormente. Mientras el cuchillo está en la herida, la herida nunca se cerrará. Hace falta retirar el cuchillo, y adquirir distancia del otro, sólo entonces podemos ver su rostro. Un cierto desprendimiento es condición previa para poder perdonar de todo corazón, y dar al otro el amor que
necesita.

Si no perdono al otro, de alguna manera le quito el espacio para vivir y desarrollarse sanamente. Éste se aleja, en consecuencia, cada vez más de su ideal y de su autorrealizació n. En otras palabras, "le mato", en sentido espiritual. Se puede matar, realmente, a una persona con palabras injustas y duras, con pensamientos malos o, sencillamente, negando el perdón. El otro puede ponerse entonces triste, pasivo y amargo.

Cuando, en cambio, concedemos el perdón, ayudamos al otro a volver a la propia identidad, a vivir con una nueva libertad y con una felicidad más honda.

- Comprensión: Es preciso comprender que cada uno necesita amor, cada uno es más vulnerable de lo que parece, y todos somos débiles y podemos cansarnos. Perdonar es tener la firme convicción de que en cada persona, detrás de todo el mal, hay un ser humano vulnerable y capaz de cambiar. Significa creer en la posibilidad de transformació n y de evolución de los demás.

Si una persona no perdona, puede ser que exija demasiado a los demás, incluso más que a ellos mismos. Como advierte el filósofo Robert Spaemann: "Todos somos débiles y fallamos con frecuencia. Y, muchas veces, no somos conscientes de las consecuencias de nuestros actos: no sabemos lo que hacemos". Cuando, por ejemplo, una persona está enfadada, grita cosas que, en el fondo, no piensa ni quiere decir. Si la tomo completamente en serio, cada minuto del día, y me pongo a "analizar" lo que ha dicho cuando estaba rabiosa, puedo causar conflictos sin fin. Si lleváramos la cuenta de todos los fallos de una persona, acabaríamos transformando en un monstruo, hasta al ser más encantador.

Tenemos que creer en las capacidades del otro y dárselo a entender. A veces, impresiona ver cuánto puede transformarse una persona, si se le demuestra que se le tiene confianza. Hay muchas personas que saben animar a los otros a ser mejores. Les comunican la seguridad de que hay mucho de bueno y bello dentro de ellos, a pesar de todos sus errores y caídas.

- Generosidad: Perdonar exige un corazón misericordioso y generoso. Significa ir más allá de la justicia humana. Hay situaciones tan complejas en las que la mera justicia es imposible. Si se ha robado, se devuelve; si se ha roto, se arregla o sustituye. ¿Pero si alguien pierde un órgano, un familiar o un buen amigo?, es imposible
restituirlo con la justicia. Precisamente ahí, donde el castigo no cubre nunca la pérdida, es donde tiene espacio el perdón.

La generosidad es por naturaleza incondicional. Esto significa que el que perdona no exige nada a su agresor, ni siquiera que le duela lo que ha hecho. Antes, mucho antes que el agresor busque la reconciliació n, el que ama ya le ha perdonado. El arrepentimiento del otro no es una condición necesaria para el perdón. A veces hace
falta comprender que en los que obran mal existen causas espirituales, que les impiden admitir su culpabilidad.

Filosóficamente existe un modo "impuro o interesado" de perdonar, cuando se hace con cálculos, especulaciones y metas: "Te perdono para que te des cuenta de la barbaridad que has hecho; te perdono para que mejores". Pueden ser fines educativos loables, pero en este caso no se trata del perdón verdadero que se concede sin ninguna condición, al igual que el amor auténtico: "Te perdono porque te quiero a pesar de todo".

Se puede perdonar al otro incluso sin dárselo a entender. Es un regalo que se "le hace y me hago", aunque no se entere, o aunque no entienda el por qué.

- Humildad: Hace falta prudencia y delicadeza para ver cómo mostrar al otro el perdón. En ocasiones, no es aconsejable hacerlo enseguida, cuando la otra persona está todavía agitada. Puede parecerle como una venganza sublime, puede humillarla y enfadarla aún más. En efecto, la oferta de la reconciliació n puede tener carácter de una acusación: "quiero demostrar que tengo razón y que soy generoso", lo que impide entonces llegar a la paz, no es la obstinación del otro, sino mi propia arrogancia.

Cuando se den las circunstancias, conviene tener una conversación con el otro. En ella se pueden dar a conocer los propios motivos y razones, el propio punto de vista; y se debe escuchar atentamente los argumentos del otro, es importante escuchar y esforzarse por saber qué piensa y siente. De vez en cuando es necesario "ponerse en el lugar del otro", al menos mentalmente, y tratar de ver el mundo desde su perspectiva.

El perdón es un acto de fuerza interior, pero no de poder. Se debe ser humilde y respetuoso con el otro. No querer dominarlo o humillarle. Para que sea verdadero y "puro y real", la víctima debe evitar hasta la menor señal de una "superioridad moral" que, en principio, no existe; al menos no somos nosotros los que podemos ni debemos juzgar acerca de lo que se esconde en el corazón de los otros. Debemos perdonar como queremos que nos perdonen. Por ello se considera que el perdón es más para compartir que para conceder.

Todos necesitamos el perdón, porque todos hacemos daño a los demás, aunque algunas veces quizá no nos demos cuenta. Es importante que cada uno reconozca la propia flaqueza, las propias fallas, los propios errores, que, a lo mejor, han llevado al otro a un comportamiento equivocado, y no dude en pedir perdón, a su vez, al otro.