miércoles, 1 de agosto de 2007

7 pasos para la autoaceptación y el crecimiento personal

Básicamente los pasos de cara a potenciar la autoestima podrían ser los siguientes:

1. Identificar el problema: es fundamental saber en todo momento qué es lo que me está sucediendo, qué me altera el estado de ánimo y qué es aquello que me hace recaer una y mil veces en los mismos errores. La identificación del problema pasa por ver también a qué te le tengo miedo, de qué huyo: la soledad, la opinión negativa de los demás, la crítica, los errores... Si no sé a qué temo tampoco puedo ser capaz de enfrentarme a ello.

2. Estar dispuesto y preparado para aceptar ayuda de los demás: nadie es totalmente autosuficiente y por lo tanto no puedo saber todo ni estar en todo. Por ello cuando no sé encontrar una solución a un problema personal o laboral tengo que estar preparado para aceptar la ayuda que otras personas puedan ofrecerte. Pero esta ayuda no va a ser como nosotros esperamos, porque llega en el momento oportuno y de una forma que no tal y como nos gustaría muchas veces, pero que en cualquier caso es buena para nosotros, a veces mucho mejor de lo que pensamos.

3. Aceptar más que esperar: esto significa que el ser humano siempre está intentando anticiparse a los acontecimientos y cuando no son tal y como uno espera se siente defraudado y abatido por las circunstancias. Aceptar significa estar viviendo el presente, esperar significa estar viviendo en el futuro. No puedo ser feliz ni creer en mí mismo si estoy siempre esperando a que ocurran determinadas circunstancias, por ejemplo, no puedo esperar a sentirme bien cuando consiga estar con la persona amada, no puedo esperar a gustarme cuando consiga el físico que me he propuesto, no puedo empezar a vivir cuando consiga sacarme la carrera que me he planteado, tengo que empezar a vivir ahora y sólo así lograré mis objetivos o podré disfrutar de lo que tengo aunque no lo consiga.

4. Para poder estar bien conmigo mismo, tengo que aprender a estar solo y sentirme como si estuviese acompañado: hoy día nos pasamos la vida huyendo de la soledad y del silencio. Si estoy solo en casa llamo a alguien o salgo corriendo para no sentirlo, o en su defecto pongo la tele o la radio para que me acompañen. Pero llenando mi vida de ruido, es como si estuviese huyendo de mí mismo, porque sólo cuando puedo permanecer sin compañía y sin necesitarla es cuando puedo pensar en quién soy y descubrir algo en mí que había estado luchando por salir y que el ruido y la gente no le habían dejado, esto es, MI PROPIO YO.

5. Sólo cuando sé quien soy puedo aceptarme tal y como soy y puedo apoyarme en mis puntos fuertes para superarme: la pregunta de ¿y tú cómo te describirías?, es una típica pregunta de entrevista de trabajo que todos respondemos porque nos aprendemos de memoria cuatro cosas, pero que en el fondo no me define en absoluto. El ser humano es muy complejo y está lleno de pequeños matices, pero si no sé cuáles son estos matices, tampoco sé cómo voy a reaccionar ante determinadas situaciones y tiendo a infravalorarme basándome en el autodesconocimiento.

6. Cuando sé quién soy puedo enfrentarme a mis miedos, resolver mis problemas, buscar alternativas y no hundirme en los fracasos, porque sé cuáles son mis fortalezas y cuáles son mis límites y al asumirlos soy capaz de luchar ante cosas que antes podían parecerme impensables

7. Cuando confío en mí, también tengo que ser capaz de buscar más alternativas y esto quiere decir que si me encuentro en un problema ante el cual no sé encontrar una solución porque las estrategias por mí probadas no dan resultado, tengo que arriesgarme a probar algo completamente distinto aún a riesgo de estrellarme, confiando en que si me caigo podré volver a levantarme y que peor que caer es estancarse en algo y no continuar avanzando en la vida.

Estos serían los siete pasos fundamentales que trabajando individualmente en ellos y profundizando servirían de base para continuar con nuestro crecimiento personal y para fortalecer nuestra autoestima, que es como los cimientos de una construcción, es decir: sin ella no hay nada.

María Jesús Adán Meléndez
Directora del Centro Psicológico Adán
centro@psicoadan.com
http://www.psicoadan.com