“Cualquier cosa de la que huimos nos encuentra… No podemos correr más que nosotros mismos” Dr. John Demartini
Cuando huimos de nuestros temores solemos chocar de frente con ellos. Paradójico, pero cierto. Cuando prestamos continua atención a todo aquello que tememos, de alguna manera le estamos dando más energía para que se mantenga presente en nuestra vida. Pretender escapar de lo que rehuimos nos acaba convirtiendo en un imán andante, por eso nos encontramos una y otra vez con el mismo tipo de problemas, de personas, de conflictos e incluso de enfermedades.
En lugar de insistir en escapar de ellos sin más, detengámonos un instante a pensar cuál es la lección que la vida quiere que aprendamos de cada una de esas situaciones que se repiten a menudo. Si nos permitimos enfrentarnos al miedo y tratar de aprender algo positivo de él, nos estaremos permitiendo crecer y focalizarnos en lo positivo de nuestra vida.
Esta semana te invito a que pienses en tres situaciones, acontecimientos o personas de las que tratas de huir. Escribe ocho cosas beneficiosas y ocho perjudiciales relacionadas con este miedo. Saca las lecciones que este miedo te está enviando, y da gracias por ser consciente de todo cuanto puedes aprender de cada situación.
lunes, 28 de abril de 2008
Huir del miedo
Publicado por
Mario Amieva Balseca