1- Si un día te das cuenta de que tu vida no funciona… es culpa tuya
Cuando decidas que tus problemas son tus problemas y dejes de quejarte de tu educación, de tu familia, de la situación política, de tu pareja, etc. tomarás el control pleno de tu destino. Tu situación actual es fruto de tus decisiones pasadas y tu futuro se forja con tus decisiones presentes. Tienes dos opciones: aguantarte o hacer algo por solucionarlo, pero no te quejes.
2- Si te sorprendes un día diciéndote que el dinero no da la felicidad pregúntate si te estás consolando como la fábula de la zorra y las uvas.
Efectivamente el dinero –especialmente el de los demás- no da la felicidad. Hay muchos elementos aparte del dinero para una vida completa: la salud, el amor, el compartir con los demás, entre otros. Pero ¿Cómo puedes ser un modelo para tus hijos, ser un buen marido o mujer o un ciudadano integrado en la comunidad y que contribuye a ella si ni siquiera puedes pagar tus facturas?
3- Si sólo frecuentas perdedores acabarás siendo tú también un perdedor
Si tomas tus decisiones escuchando la opinión de los perdedores, acabarás siendo un perdedor también. La mediocridad se siente “amenazada” por cualquiera que se atreva a actuar de manera distinta y a obtener diferentes resultados. ¿Cómo son tus amigos? ¿Ambiciosos, orientados al futuro, a la mejora personal y llenos de proyectos? ¿O son más bien personas “realistas” que gustan de criticar cualquier cosa y se quejan de su mala suerte?
4- Si no te gusta tu cuerpo no te quejes a nadie más que a ti mismo.
A los 20 años tu cuerpo depende básicamente de tus genes, a partir de los 35 tienes el cuerpo que te mereces. ¿Alguien te obliga a comer todo lo que comes? ¿Quién te impide hacer algo de ejercicio regularmente?
5- Si miras mucha televisión y lees muchos periódicos nunca alcanzarás tus metas.
La gente dedica una media de 20 horas a la semana mirando la televisión y unos 30 minutos diarios a leer el periódico. ¡Qué pérdida de tiempo! Todo ese tiempo lo podrías dedicar a realizar tus sueños, a hacer ejercicio, a estar más tiempo con tu familia, a estudiar, a divertirte con los amigos, etc. La falta de tiempo es la excusa número uno de los perdedores.
6- Si esperas que venga alguien a motivarte y a sacarte de tu letargo, ponte cómodo.
Asume de una vez por todas que tú eres el único responsable de tu motivación, no esperes los ánimos de los demás para lanzarte y perseverar en la consecución de tus objetivos. Háblate positivamente todos los días, haz una lista de tus éxitos pasados y reléela con frecuencia, visualiza los éxitos que deseas, haz planes, ponte en marcha.
7- Si escuchas en exceso la opinión de los demás no irás muy lejos
La crítica puede llegar a ser destructiva, y hay que ver lo sensibles que solemos ser a ella! Cambia la percepción y da gracias por ser criticado, ya que ello significa que estás haciendo algo importante; una crítica es un regalo que puede descubrirte un aspecto en el que no habías reparado. Eso si hablamos de críticas constructivas, para las críticas que sólo buscan dañar, relee el punto 3.
8- Si alguien te propone una inversión únicamente por el beneficio económico que conlleva, piénsatelo dos veces.
Las personas de éxito no buscan “atajos” para enriquecerse rápidamente. Concentran sus esfuerzos y sus economías en hacer muy bien aquello que les gusta y que dominan.
9- Si un día crees que lo sabes todo, es que todavía te queda mucho por aprender.
La persona exitosa siempre está mejorando y aprendiendo, nunca se sienta en sus laureles. Incluso pide ayuda para ser cou
cheado y trata de alcanzar la excelencia.