Esta ley dice que la única manera de librarse de cierto pensamiento es sustituirlo por otro. No se puede descartar directamente un pensamiento. Sólo puede substituírselo por otro. En el plano físico no ocurre así, se puede dejar caer un libro o una piedra abriendo sencillamente la mano y soltando el objeto, pero en el pensamiento, ese recurso no funciona. Si quiere suprimir un pensamiento negativo, la única forma de conseguirlo consiste en pensar en algo positivo y constructivo, es como si, digamos, para dejar caer un lápiz, fuera necesario poner una pluma, un libro o una piedra en su mano cuando el lápiz caiga.
Cuando lo invaden pensamientos negativos, no los combata, sino piense en algo positivo. ... a veces los pensamientos negativos parecen asediarlo con tanta fuerza que no puede superarlos, eso se llama un acceso de depresión, o de preocupación, o tal vez, un arranque de cólera. En ese caso, lo mejor es buscar a alguien con quien hablar de cualquier tema o distraerse, ir al cine o al teatro, o leer un libro interesante, una buena novela una biografía, o una crónica de viajes o algo así. Si se pone a combatir la marea negativa, lo que obtendrá, probablemente, será incrementarla.
Preste atención a algo muy distinto, negándose resueltamente a pensar en la dificultad o a recrearla y, más tarde, después que se haya alejado completamente del problema, puede regresar con confianza y afrontarlo.
Emmet Fox