Con el Año Nuevo o bien después de una experiencia impactante (como la que acabamos de vivir algunos de nosotros con el curso de Tony Robbins), la mayoría de las personas toman decisiones con el fin de mejorar su vida. Muchas de estas decisiones tienen que ver con el cambio de comportamientos y hábitos negativos. Algunas desean dejan de fumar, beber menos alcohol, perder peso, otras, hacer ejercicio, comer más frutas y verduras, ver menos la tele, acostarse más pronto, o bien, ser más amables con los demás, disminuir sus gastos o aumentar sus ingresos, etc.
Los primeros días y semanas son muy difíciles, ya que cuando salimos de nuestra zona de confort, a menudo experimentamos un sentimiento de vacío, de inseguridad y de falta de algo. Y es por lo que, a pesar de que la mayoría de personas están llenas de buenas intenciones, alrededor del 80% no mantiene sus resoluciones. Abandonan sus nuevos planes y hábitos a lo largo del primer mes.
El problema está en que una decisión no deja de ser más que una intención si no la dotamos de algo más. Una intención es sólo un deseo, algo que nos gustaría. Este tipo de decisión suele surgir de un análisis lógico y racional del estilo de: “Sé que fumar es perjudicial y, además, no hago nada de ejercicio, por lo que tendría que dejar de fumar e ir al gimnasio algunos días”. Lo que les ocurre a las intenciones es que carecen de fuerza y de poder, en resumen, carecen de emoción. Y, las emociones son elementos de motivación mucho más poderosos que la lógica.
Sugiero que, a partir de ahora, más que tomar decisiones fundadas en deseos sin energía, comencemos a COMPROMETERNOS. Un compromiso es una acción a la que estamos ligados por una promesa que nos hacemos a nosotros mismos o, mejor aún, que hacemos a otras personas. Y, es que, a menudo, tendemos a respetar más las promesas que hacemos a otros que las promesas que nos hacemos a nosotros mismos.
Decide, si no lo has hecho ya, a qué te comprometes para el 2008 para mejorarte a ti mismo y mejorar tu vida. Una vez lo hayas decidido, escríbelo, mételo en un sobre y entrégaselo a una persona de tu confianza, a tu pareja, a un amigo, etc. Comparte con ella tu compromiso, y recuerda en todo momento que lo haces por ti.
lunes, 3 de marzo de 2008
¿Por qué el 80% de las personas no mantienen sus decisiones?
Publicado por
Mario Amieva Balseca