El dirigente se pierde por el mal consejo, el asceta por el apego, el hijo por estar consentido, el intelectual por la falta de estudio, la familia por los malos hijos, la moral por el "viva la vida", las personas por la dispersión, la agricultura por el abandono, el afecto por la ausencia, la amistad por la frialdad, la opulencia por la falta de moderación, y la riqueza por la dejadez y el descuido.
Una mujer mala pierde las casas, un mal hijo pierde la familia, un mal consejero pierde a los dirigentes, un país se pierde por los ladrones.
El conocimiento se pierde por la falta de aplicación, las personas se pierden por la diversión constante, el campo se echa a perder por la mala semilla, los gobernantes se pierden por las faltas de los que los sirven.
Así como el oro se pone a prueba por cuatro sistemas: frotándolo, cortándolo, calentándolo y machacándolo, del mismo modo se pone a prueba a la persona con cuatro cosas: la familia, la conducta, el carácter y el trabajo.
Cuando la zanahoria se hierve se pone blanda, cuando el huevo se hierve se pone duro, cuando el café se hierve surge todo su aroma.
viernes, 13 de julio de 2007
Sobre la evolución ...
Publicado por
Mario Amieva Balseca