Siempre observamos las cosas con una visión antigua. Llegas a tu casa; la miras sin mirarla. Ya la conoces; no hay necesidad de mirarla. Has entrado en ella una y otra vez por varios años. Vas a la puerta, pasas por la puerta, puede que quites el cerrojo de la puerta. No obstante, no hace falta mirar.
Todo este proceso continúa como si se tratase de un robot, mecánicamente, inconscientemente. Si algo va mal, sólo si la llave no entra en el cerrojo, entonces miras la cerradura. Si la llave encaja, no miras nunca el cerrojo. Debido a los hábitos mecánicos, a hacer repetidamente la misma cosa una y otra vez, pierdes la capacidad de mirar, pierdes la frescura para mirar.
Recuerda la última vez que viste a tu esposa. La última vez que viste a tu esposa o a tu esposo he sido posiblemente hace años. ¿Durante cuántos años no has mirado? Tú pasas simplemente, das un vistazo casual, pero no una mirada. Ve nuevamente y mira a tu esposa o a tu esposo como si estuvieras mirando la primera vez. ¿Por qué? Porque si estás mirando por primera vez, tus ojos están llenos de frescura. Se volverán vitales.
Se dice que no hay nada nuevo bajo el firmamento. En realidad, nada es viejo bajo el firmamento. Únicamente los ojos se vuelven viejos, acostumbrados a las cosas; entonces nada es nuevo. Para los niños todas las cosas son nuevas: por eso es que todo les produce excitación. Incluso una piedra coloreada en la playa les llega a excitar. Y todo es un nuevo mundo, una nueva dimensión.
Mira a los ojos de los niños, a su frescura, a la vivacidad radiante, a la vitalidad. Parecen como espejos, silenciosos pero penetrantes. Sólo unos ojos así pueden alcanzar lo interior. Funcionará con cualquier cosa. Mira tus zapatos. Los has estado usando durante años, pero míralos como si fuera la primera vez y capta la diferencia: la cualidad de tu conciencia cambia súbitamente. Esta técnica es simplemente para hacer que estén frescos tus ojos, tan frescos, vivaces, vitalmente radiantes que puedan ir hacia adentro y mirar tu ser interior.
Si te liberas del pasado y tienes una mirada que puede ver el presente, entrarás en la existencia, y esa entrada será doble: entrarás en todas las cosas, en su espíritu y entrarás también dentro de ti mismo, porque el presente es la puerta. Todas las meditaciones, de una manera u otra tratan de hacerte vivir en el presente. Por tanto, esta técnica es una de las técnicas más hermosas y fáciles.
Osho: Tomado de The Book of Secrets
martes, 19 de junio de 2007
Mirar como si fuera la primera vez
Publicado por
Mario Amieva Balseca