miércoles, 6 de junio de 2007

Reglas para la Tranquilidad Interior

Nunca dejes que un sentimiento te domine con rapidez. Después te tendrás que arrepentir.
Sé paciente, tolerante y comprensivo. La impaciencia, la intolerancia y la incomprensión, causan una angustia intensa.
Si alguna vez te sientes muy angustiado y ni una sonrisa te recupera, canta una canción alegre, te dará fuerzas para animarte.
Nunca le tengas miedo a nadie ni a nada. El miedo es un sentimiento inoficioso y lo único que hace es causar daño. Sólo tenle miedo a Dios.
Nunca te quejes de nada ni de nadie. Vivirías mejor si te conformaras con todo.
Nunca le temas al futuro. Algo que no ha pasado no puede hacer nada.
Nunca le temas al pasado. Lo pasado, pasado.
Nunca le temas al presente. Sólo vive.
Vive cada momento como quieras que sea tu vida.
Viva cada momento santamente y tu vida será una vida santa.
Vive cada momento alegre y tu vida será una vida feliz.
Vive cada momento detallando con lentitud todo lo que haces y todo lo que dejas de hacer. Tu vida será maravillosamente bella y perfecta.
Vive cada momento en oración y tu vida será una gran alabanza a Dios.
Vive cada momento con un amor inmenso y toda tu vida será una vida enamorada.
Vive cada momento como si fuera el último de tu vida. Toda tu vida tendrá mil bendiciones.
Vive este momento como lo que es: un regalo de Dios.
Valora cada momento como algo grande.
Verás que toda tu vida es un gigantesco universo de satisfacción.

Germán Darío Montoya