El amor expulsa al miedo.
Neutraliza una multitud de pecados.
Es absolutamente invencible.
No hay dificultad que con suficiente amor no se supere;
ninguna enfermedad que con suficiente amor no se cure;
ninguna puerta que con suficiente amor no se abra;
ningún abismo que con suficiente amor no se salve;
ningún muro que con suficiente amor no se derribe;
ningún pecado que con suficiente amor no se redima.
No importa lo profundamente arraigado que esté el mal,
lo desesperanzadora que sea la perspectiva,
lo intrincado que sea el enredo, lo grande que sea el error.
Una suficiente floración de amor lo resolverá todo.
Si sólo pudieras querer lo bastante,
serías el más feliz y el más poderoso de la tierra
jueves, 31 de enero de 2008
El Amor
Publicado por
Mario Amieva Balseca