jueves, 28 de febrero de 2008

EL NIÑO EL PERRO Y EL MILAGRO

Por el cielo de los perros, va mi perro cojo con su muleta de plata
Junto al cielo de los perros, un cielo lleno de acacias, y de niños y de madres y de cantos y de hadas.
Pero había un niño triste, cara de ausencia y nostalgia, siempre solo siempre serio, a punto siempre de lágrimas. Un niño con una mano, inútil, seca sin alma. Ay que infierno diminuto era aquella mano lacia.
Y desde su cielo el niño, siempre asomado a la tapia, miraba a mi perro cojo con una triste mirada: miraba a mi pero cojo y al mirarlo recordaba . . .
Un día en una placeta, un perro de pobre casta, una apuesta de buen tino, un silbido una pedrada . . . y un aullido que se aleja . . . y el perro, rota una pata.
¡ Que frío remordimiento sentía en su mano lacia!
Y mientras tanto en su cielo, mi perro jugueteaba, con un angelillo cojo, que era el ángel de su guarda.
Hasta que un día, jugando, llegaron hasta la tapia, donde estaba el niño triste a punto siempre de lágrimas.
Dejó de jugar mi perro con el ángel de su guarda: se quedó quieto un momento, las orejas levantadas, luego afianzó la muleta se apoyó sobre la tapia, y miró al niño, con una larga y antigua mirada. Y el perro mirando al niño, recordaba . . . recordaba . . .
Un día en una placeta, sed y hambre de semanas, un niño la mano en alto, un silbido , una pedrada y un golpe en su pata y sangre, sangre ya en su inútil pata.
El niño por un instante, miedo y mas miedo la cara, fría la carne y dudando, si aquella fija mirada, era olvido era perdón, o acusación o amenaza. Quedó inmóvil esperando, ladridos y dentelladas.
Pero los perros no saben de rencores ni venganzas. Por eso mi perro cojo, olvidando la pedrada, se echó atrás, tomó carrera, salvó de un salto la tapia, y agachando las orejas, y amansando la mirada y multiplicando mimos y abanicando palabras, con los ojos, con los dientes, con el rabo, con las patas, empezó a lamer la mano, inútil, seca, sin alma.
La lengua del perro fue para aquella mano lacia, como un reguero de vida, como un reguero de savia. Y el niño sintió, que gozo, que en la mano le brotaba, como un arroyo de vida, como un arroyo de savia y que los tendones muertos de pronto resucitaban.
Satisfecho del milagro, rabo alegre, orejas gachas, regresó el perro a su cielo, pura cojera de gracia.
El niño le dijo adiós. Y al despedirlo lloraba, abanicando en el aire, la mano resucitada.
Y el perro le dijo adiós, con la muleta de plata.

Un reto que cambiará tu vida.

Por Gaby Vargas.

Te propongo un reto de 21 días. Se trata de algo que, de lograrlo, haría de nuestra vida algo mejor. Tendríamos mejor salud, menos enfermedades, mejor ánimo, menos dolores, más autoestima, relaciones más satisfactorias: seríamos personas más felices y serenas.

No, no consiste en ejercicio, una dieta o dejar de fumar. Tampoco se trata de una promesa barata. En verdad, créeme que si alcanzamos el objetivo, nuestra vida cambia. Seis millones de personas en el mundo ya lo han logrado, aunque suene a frase de 'infomercial'.

Es un plan muy simple creado por la organización llamada A Complain Free World, fundada por el pastor Will Bowen, quien, en el sermón matutino de un domingo, invitó a su congregación a iniciar este reto de tres semanas. Es algo muy simple: No quejarse, no criticar y no contar chismes de nadie. ¡¡¿¿Te imaginas??!!

Para probar que hablaba en serio, Bowen les repartió a todos una pulsera morada para que, en el momento que se sorprendieran en la queja, en la crítica o en el chisme, se cambiaran la pulsera de muñeca -para hacerlo consciente- e iniciaran otra vez el conteo.
Varias de las personas que participaban del reto, y que decían no quejarse mucho, se dieron cuenta de que lo hacían un promedio de ¡20 veces al día! Contaminación auditiva pura.

Quejarnos se ha convertido en una epidemia. ¿Has notado cómo, cuando nos quejamos del clima, de la seguridad, de nuestro cuerpo, de la gripa que tenemos, de que el dinero ya no alcanza, y demás, lo único que logramos es sentirnos peor? Y si al menos sirviera para solucionar algo... pero todo lo contrario. Significa enfocar nuestra atención y energía en las cosas que NO queremos, y no en las que SÍ queremos.

¿Por qué 21 días? Porque así como un huevo de gallina tarda 21 días en formarse, también se requiere lo mismo para formar una nueva conducta o un hábito en el hombre.

¿Y si la critica la pienso pero no la digo, cuenta?
No, gracias a Dios no cuenta. Sólo si sale de nuestra linda boquita. Quienes lo han logrado, reconocen que fácil no es, sin embargo, comentan que después de las tres semanas o más que necesitaron, dejas incluso de criticar con la mente... ¿Será? La clave es no darnos por vencidos.

Te invito a que empecemos ahora. No necesitamos tener una pulsera, cualquier objeto es bueno: el reloj, poner una piedrita o una moneda en la bolsa del pantalón, cambiar un pisapapeles de lugar, lo que sea... Lo que importa es darnos cuenta. Nuestras actitudes y nuestras palabras sólo reflejan lo que pensamos. Así que, ¿qué vida queremos?

Nos quejamos por la misma razón por la que hacemos cualquier cosa: recibimos un beneficio a cambio. Creemos conseguir atención, justificación, aprobación o la simpatía del otro. Como cuando, de chicos, nos hacíamos los enfermos para no ir al colegio el día del examen (que, por cierto, la salud es un tema taquillero en la lista de quejas). Pero, ¿a qué costo? Los doctores estiman que dos terceras partes de las enfermedades se generan ¡en la mente!

Te invito a que cambiemos lo que decimos. Dejemos de quejarnos, de criticar y de propagar chismes, que lo único que hacen es dañar a otros y a nosotros mismos. Modifiquemos lo que pensamos, para no atraer más de lo que no queremos.

Dicen que, para lograr una meta, es importante hacer el compromiso con alguien, así que en el momento en que escribo esta columna comienza mi reto y me comprometo contigo, querido lector, lectora, a lograrlo. Si quieres enviarme el tuyo, bienvenido.
Intentemos hacer de este mundo algo mejor.

EL PERRO COJO

Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado,
un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros,
pobres de sangre y estampa.
Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.
Cuando pequeños, qué finos
y ágiles son en la infancia,
baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana,
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
Cuando mayores, al tiempo
que ven que se fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.
Qué tristes ojos que tienen,
que recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada.
Yo le llamo: psss, psss, psss.
Todo orejas asustadas,
todo hociquito curioso,
todo sed, hambre y nostalgia,
el perro escucha mi voz,
olfatea mis palabras
como esperando o temiendo
pan, caricias... o pedradas,
no en vano lleva marcado
un mal recuerdo en su pata.
Lo vuelvo a llamar: psss, psss.
Dócil a medias avanza
moviendo el rabo con miedo
y las orejitas gachas.
Chasco los dedos; le digo:
"ven aquí, no te hago nada,
vamos, vamos, ven aquí".
Y adiós la desconfianza.
Que ya se tiende a mis pies,
a tiernos aullidos habla,
ladra para hablar más fuerte,
salta, gira; gira, salta;
llora, ríe; ríe, llora;
lengua, orejas, ojos, patas
y el rabo es un incansable
abanico de palabras.
Es su alegría tan grande
que más que hablarme, me canta.
"¿Qué piedra te dejó cojo?
Sí, sí, sí, malhaya".
El perro me entiende; sabe
que maldigo la pedrada,
aquella pedrada dura
que le destrozó la pata
y él, con el rabo, me dice
que me agradece la lástima.
"Pero tú no te preocupes,
ya no ha de faltarte nada.
Yo también soy callejero,
aunque de distintas plazas
y a patita coja y triste
voy de jornada en jornada.
Las piedras que me tiraron
me dejaron coja el alma.
Entre basuras de tierra
tengo mi pan y mi almohada.
Vamos, pues, perrito mío,
vamos, anda que te anda,
con nuestra cojera a cuestas,
con nuestra tristeza en andas,
yo por mis calles oscuras,
tú por tus calles calladas,
tú la pedrada en el cuerpo,
yo la pedrada en el alma
y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».
Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,
te regalará San Roque
una muleta de plata.
Compañeros, si los hay,
amigos donde los haya,
mi perro y yo por la vida:
pan pobre, rica compaña.


Era joven y era viejo;
por más que yo lo cuidaba,
el tiempo malo pasado
lo dejó medio sin alma.
Y fueron muchas las hambres,
mucho peso en sus tres patas
y una mañana, en el huerto,
debajo de mi ventana,
lo encontré tendido, frío,
como una piedra mojada,
un duro musgo de pelo,
con el rocío brillaba.
Ya estaba mi pobre perro
muerto de las cuatro patas.
Hacia el cielo de los perros
se fue, anda que te anda,
las orejas de relente
y el hociquillo de escarcha.
Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba:
ortopédico de mimos,
cirujano de palabras,
bien surtido de intercambios
con que curar viejas taras.
"Para ti... un rabo de oro;
para ti... un ojo de ámbar;
tú... tus orejas de nieve;
tú... tus colmillos de escarcha.
Y tú, -mi perro reía-,
tú... tu muleta de plata".
Ahora ya sé por qué está
la noche agujereada:
¿Estrellas... luceros...? No,
es mi perro cuando anda...
con la muleta va haciendo
agujeritos de plata

Manuel Benítez Carrasco
Granada, 1922 - Granada, 1999

domingo, 24 de febrero de 2008

¿conoces las preguntas que hacen la diferencia?

¿Cuál es la pregunta que te haces cuando te encuentras
ante un problema o una situación difícil?

Tu cerebro es más poderoso que una sofisticada
computadora a tu servicio. Él responde con precisión
a la forma cómo te hablas a ti mismo y a las preguntas
que te haces.

Si te preguntas:

- "¿Por qué soy siempre tan estúpido?", de inmediato tu
mente te dará los argumentos que serán una respuesta
satisfactoria.

- "¿Por qué tengo tan mala suerte?", entonces tu mente te
recordará todas las razones para sentirte desafortunado. O
te enfocará en los aspectos difíciles y desagradables de
tu vida.

Si en cambio te preguntas:

- "¿Qué hice mal?" o "¿Cómo hago para no repetir este error?",
tu mente te ayudará a encontrar una salida constructiva. Los
científicos e investigadores del comportamiento han determinado
que las personas que logran mejores resultados se hacen
ciertas preguntas ante las situaciones difíciles. Te puedes
hacer preguntas que te debiliten o preguntas que te fortalezcan.

Si ante un problema eliges alguna o varias de las siguientes
preguntas, crearás confusión y emociones dolorosas.

Ejemplos de preguntas que debilitan:

- "¿Por que a mí?

- "¿Por qué soy tengo tan mala suerte?"

- "¿Por qué a mí todo me sale mal?"

- "¿Por qué le caeré mal a la gente?"

- "¿Por qué a mí nadie me quiere o me comprende?"

- "¿Por qué a mí me cuesta tanto aprender?"

- "¿Cuánto me durará mi mala suerte?"

- "¿Por qué a mí nunca me tienen en cuenta?"

- "¿Por qué no me valoran?" o "¿Por qué a nadie le importa lo
mío?"

Todas éstas son preguntas que te inducen a generalizar o
exagerar lo difícil y sobre todo a desconocer o menospreciar
tus cualidades y recursos. Además notarás cómo las respuestas
a estas preguntas te dificultarán la resolución de cualquier
problema y, por encima de todo, generarán en ti autocompasión,
aislamiento, culpa y resentimiento. Lo peor de todo es que te
sentirás sin poder ante esa adversidad específica.

Si en cambio eliges hacerte preguntas empoderadas o acertivas,
tu mente se enfocará en lo que depende de ti, te ayudará a
definir tu problema y tus recursos de una manera más
constructiva. Estas preguntas te ayudarán a sentirte más fuerte
y optimista, con más control en tus resultados.

Ejemplos de preguntas con poder:

- "¿Cómo puedo salir fortalecido de este problema?"

- "¿Qué hice mal?" o "¿Qué error cometí?"

- "¿Cómo puedo ganarme o acercarme a esta persona tan
complicada?"

- "¿Cómo puedo ganar el apoyo hasta de los más renuentes?"

- "¿En qué áreas tengo que prepararme mejor?"

- "¿Qué lección me deja este problema?"

- "¿Cómo hago para no repetir el mismo error?"

- "¿Qué cualidades o recursos tengo que me ayudarán a encontrar
una salida?"

- "¿Qué tiene de positivo esta situación?"

Mario, te invito a observar el poder de tus preguntas,
a estar más conciente de tu propio lenguaje interior y a
disfrutar de las diferencias.

Feliz semana.

P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas.
Notarás la diferencia.

Cordialmente ,


Carlos Devis

El acoso moral en el trabajo. Distinguir lo verdadero de lo falso

Marie-France Hirigoyen

Su anterior libro, El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana , tuvo un éxito considerable e inesperado que puso de manifiesto un fenómeno social cuyo alcance en el mundo del trabajo se ignoraba hasta entonces.
Las consecuencias fueron abrumadoras: una verdadera ola de testimonios hasta entonces reprimidos, una gran repercusión mediática de los casos de acoso tanto en el ámbito privado como en el público, debates entre profesionales (especialistas en medicina laboral, inspectores, sindicalistas, juristas, ejecutivos empresariales...), creación de asociaciones, numerosos coloquios y, en fin, incluso proyectos de ley.

Se ha reconocido que el acoso moral es una de las cuestiones más importantes de nuestro tiempo.
Basándose en una encuesta que ha realizado entre centenares de personas que le han dirigido sus testimonios escritos, Marie-France Hirigoyen acaba de perfilar su análisis sobre el tema y precisa la noción de ?acoso moral? con el fin de evitar usos abusivos del término.
¿Existen características específicas que compartan ese tipo de víctimas? ¿Hay un perfil del agresor? ¿Y las declaraciones falsas? ¿Dónde están los límites del acoso moral? ¿Cómo determinar en qué consiste? ¿Qué contextos laborales favorecen estas actitudes perversas?
Este libro, documentado con numerosos casos concretos, responde con precisión a esas cuestiones, sin eludir la complejidad de cada situación.

Para finalizar, a partir del convencimiento de que la organización del trabajo es un dato necesario pero no suficiente para explicar el fenómeno, la autora consagra la última parte del libro a la prevención en el lugar de trabajo y entre los profesionales, poniendo de nuevo el énfasis en el sentido de la ética y la responsabilidad individuales.
Un libro indispensable para todos aquellos a quienes afecta, directa o indirectamente, el acoso moral.

Contenido

Primer parte: El acoso moral en el mundo del trabajo.
1) Lo que no es acoso.
2) Lo que es el acoso moral.
3) Las tergiversaciones de la palabra.
4) Las distintas aproximaciones al fenónemo.
Segunda parte: Los resultados de la encuesta.
5) Algunas características de las victimas del acoso moral.
6) Los métodos de acoso.
7) Especificidades de determinados sectores de actividad.
Tercera parte: Consecuencias para la salud.
8) Las consecuencias específicas.
9) Las consecuencias del traumatismo.
10) Las consecuencias específicas del acoso moral.
Cuarta parte: Los orígenes del acoso.
11) Los contextos favorecedores.
12) Lo que ocurre entre las personas.
Quinta parte: ¿Qué hacer?
13) Los interventores.
14) La prevención.
15) Las mediaciones.
16) ¿Por qué es necesaria una Ley?

ISBN(13):9788449311222
ISBN(10):8449311225
Editorial:Editorial Paidos

El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana

Marie-France Hirigoyen

La posibilidad de destruir a alguien sólo con palabras, miradas o insinuaciones es lo que se llama "violencia perversa" o "acoso moral".
En este libro, que se alimenta de numerosos testimonios, la autora analiza la especificidad de la relación perversa y nos previene contra cualquier intento de trivialización.
Y no sólo eso, sino que también analiza el mecanismo de funcionamiento de ese proceso en la pareja, la familia y la empresa: una especie de espiral depresiva, cuando no suicida, que arrastra irrevocablemente a las víctimas en su caída mortal.

Estas insidiosas agresiones proceden de la voluntad de desembarazarse de alguien sin mancharse las manos. Porque avanzar enmascarado es lo propio del perverso.
Ésta es la impostura que hay que desvelar para que la víctima pueda volver a encontrar sus puntos de referencia y sustraerse a la influencia de su agresor.
Apoyándose en su experiencia clínica, la autora se sitúa del lado de los agredidos con el fin de que el acoso que sufren cotidianamente se considere como lo que es: un verdadero «asesinato psíquico».
De cualquier forma, el asunto del acoso moral es todavía un tabú. Y de ahí el interés de este libro. Marie-France Hirigoyen es psiquiatra, psicoanalista y terapeuta familiar.

Su formación en Victimología, tanto en Francia como en Estados Unidos, la ha convertido en una de las grandes especialistas mundiales en acoso moral. Suele intervenir también en cursos de formación para médicos y directivos de empresas públicas y privadas.


ISBN(13):9788449307058
ISBN(10):8449307058
Editorial:Editorial Paidos

viernes, 22 de febrero de 2008

PRINCIPIO DEL VACÍO...

Usted tiene el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día, (no sabe cuando), podrá precisar de ellos.
Usted tiene el hábito de juntar dinero sólo para no gastarlo, pues piensa en el futuro podrá hacer falta.
Usted tiene hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar, que ya no usa hace bastante tiempo.
...Y dentro suyo?...Usted tiene el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos, etc.
No haga eso. Es anti-prosperidad.
Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.
Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida , para que la prosperidad venga .
Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea.
Mientras usted está material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.
Los bienes precisan circular. Limpie los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje.
Regale lo que usted no usa más.
La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida.
No son los objetos guardados que estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar.
Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia .
Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus necesidades.

Con esa postura, usted está enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida:
1º... usted no confía en el mañana
2º... usted cree que lo nuevo y lo mejor NO son para usted, ya que se alegra con guardar cosas viejas e inútiles.
Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en su casa... y dentro de si mismo...
Joseph Newton.

jueves, 21 de febrero de 2008

Y después de la luna de miel... ¿qué?

  Ser recién casado es ser un poco como recién nacido. En ambos casos se llega a un mundo en donde todo es nuevo, y se inicia la convivencia con otra persona. En el caso del recién nacido, de repente se encuentra rodeado de toda una familia (papás, abuelos, hermanos, tíos) dispuesta a convivir con él el resto de su vida.

Por otro lado, los jóvenes recién casados se encuentran de un día para otro con que de pronto hay que compartir todo con otra persona, incluyendo la cama.

También es novedad la necesidad de acoplarse a un horario según la conveniencia de ambos. Ya no puede decidir uno solo si quiere usar el baño a las seis, a las siete o a las ocho de la mañana. Ahora hay que preguntar a la pareja que compromisos o necesidades tiene, y acoplar nuestra vida a la del cónyuge.

Al dejar la casa paterna y sus comodidades conocidas, se siente el individuo perdido en un bosque inhóspito, en donde escucha ruidos nuevos, percibe olores extraños, tiene vecinos desconocidos, y muchos familiares recién adquiridos. Ese lugar extraño debe convertirse poco a poco en su nuevo hogar.

Después de la luna de miel.
Son grandes los cambios a los que tienen que enfrentarse los nuevos esposos.

La luna de miel sirve de transición para que no se sientan tan drásticos esos cambios.

Los ejemplos pueden ser muchos. Pero todos los recién casados tienen alguna anécdota divertida que contar de sus primeros días juntos y del cumplimiento de sus nuevas responsabilidades. Alguna joven esposa recordará el montón de ropa sucia que apareció al día siguiente de haber regresado del viaje de bodas. El joven tendrá en su memoria la primera vez que dio parte de su sueldo para comprar la leche, el pan o los jabones que faltaban en el departamento.

Surgen pequeñas molestias.
Tienen también problemas de hipersensibilidad: La mujer llora por cualquier cosa, el hombre se queja pues todo lo que ella hace le parece mal, en su mente la compara con su mamá. Vencer el egoísmo y olvidarse de uno mismo y sus preferencias es difícil en esos primeros días. Afortunadamente el amor obra como un paliativo que todo lo cura.

Sugerencias sencillas a seguir para suavizar el impacto.
1. Hay que tomar las cosas con calma. No todo se logra hacer las primeras semanas, se debe ir paso a paso, instalarse primero con lo básico para luego ir agregando lo que falte. Tener paciencia uno con el otro y consigo mismo para no exasperarse.

2. Aceptar consejos. Según el dicho popular: más sabe el diablo por viejo que por diablo. Alguien que ya vivió esa experiencia, puede dar cuenta del camino andado. Siempre se aprende algo de los dichos de los mayores.

Aún cuando los jóvenes de hoy no quieren recibir consejos de otra persona, y sólo los toman de lo que leen en las revistas o ven en la televisión, podrían ahorrarse mucho dinero y lágrimas si escucharan de vez en cuando lo que dicen sus padres o suegros.

3.Hay que pedir ayuda. Casi siempre, cuando se necesita algo, se puede conseguir quien dé una mano, pero si no expresa la pareja su necesidad de ayuda, será imposible que padres, hermanos o tíos puedan apoyar al nuevo matrimonio.

Una recién casada que se queja de que nadie le enseñó a hacer la sopa de cebolla que le gusta a su esposo, se olvida de que con tan sólo una llamada a la suegra puede conseguir la receta, logrando aparte más integración con esa persona que se sentirá orgullosa de poder ayudar.

4. Hay que aprender a reírse de sus propios errores. Pronto pasará esa época de incertidumbre y se llegará a la plena madurez y se podrán resolver todos los problemas con absoluta decisión. Se habrá dejado de ser recién casado.

El cuarto de San Alejo

Les comparto este mensaje que me llego esta semana y me sensibilizó bastante.
Para los que acostumbran guardar cosas que ya no necesitan......
Un hermoso mensaje digno de copiar
Este mensaje nos pone a pensar... y no solamente se debe compartir lo que nos sobra....

En una ocasión, antes de dar inicio a mi sección diaria 'Semillas para el espíritu', del programa 'Muy buenos días', me dijo Jota Mario, el presentador: 'Papá Jaime, hay una niña discapacitada que vive con su tía en un tugurio, en condiciones infrahumanas, y necesita una silla de ruedas'.

Ese día conté el caso de esta niña y hablé de la importancia del servicio amoroso y de dar sin esperar retribución. Recuerdo haber dicho enfáticamente que aquellas cosas inutilizadas tras seis meses ya no son propias y, por lo tanto, deben darse a alguien que las necesite. Expliqué con claridad que los cuartos de san Alejo donde se guardan cobijas, herramientas, cuadros, bicicletas, coches de niños, juguetes, etcétera, no deberían existir.

Al final de mi sección llamaron alrededor de 100 personas, 99 de las cuales dijeron que también necesitaban silla de ruedas, y sólo una señora ofreció una silla que podían pasar a recoger. Le dije que sería una buena idea que ella fuera con la silla al estudio de televisión para que juntos se la entregáramos a la niña, que vivía en el barrio Simón Bolívar.

La señora me respondió que confiaba en mí, que no había problema en que recogieran la silla, y yo le comenté que no era cuestión de confianza sino de sentir la satisfacción de entregarla personalmente: 'Yo quiero que usted me acompañe y experimente el placer tan grande que es dar y la felicidad que se siente al servir. Usted no tiene ni la menor idea de lo rico que es experimentarlo'.

Le expliqué entonces que una cosa es conocer a fondo una manzana, su textura, su color y su forma, y otra meterle un buen mordisco y experimentar su sabor. Después de esto ella accedió y nos fuimos al cerro del Ahorcado, en Ciudad Bolívar, al que algunas veces la gente sube para colgarse de un árbol debido a la desesperación. El alcantarillado iba por fuera y rodaba por un canal enclavado en la pendiente. Al sentir el frío y la podredumbre del ambiente la señora quiso devolverse, pero finalmente llegamos al cuarto oscuro y denso donde se encontraba aquella criatura de doce años.

Según nos contaron, los senos incipientes de la niña estaban totalmente estropeados por los callos y las llagas, pues llevaba gran parte de su vida arrastrándose por el piso como una culebra. Al levantarla de la cama sentí un olor peor que el de las alcantarillas. Entonces la sentamos en la silla de ruedas y fuimos a dar una vuelta. En cuanto la niña salió a la luz del sol y vio la montaña empezó a dar unas risotadas exageradas. Por un momento creí que era retrasada mental, pero lo que sucedía realmente era que nunca había salido a dar un paseo y en pleno año 2004 no había visto un bus.

Continuamos nuestro paseo hasta llegar a una esquina donde nos dijeron que preparaban un asado muy rico y decidimos probar. Mientras comíamos, la señora lloraba y lloraba. Le pregunté entonces por qué lloraba tanto y me respondió: 'Papá Jaime, usted no tiene la menor idea del motivo por el que estoy llorando'. Le dije que, en efecto, ella debía sentirse feliz al hacer tan buena obra por aquella niña.

Y entonces me miró y me dijo con la voz entrecortada: 'Lloro Papá Jaime, porque tuve esta silla de ruedas en el garaje de mi casa por más de ocho años. Lloro de pensar que esta niña se arrastró como una culebra durante todos estos años, mientras esa silla se oxidaba y dañaba por falta de uso. Ella nunca pudo dar un paseo como el que está dando ahora, lloro por las oportunidades que tuve para ayudar a otros y por no haber hecho nada'.

Así pues, el dolor se produce cuando no actuamos. Espero que este mensaje sea de tu agrado y lo puedas poner en práctica en tu vida.

Con cariño.

Jaime Jaramillo 'Papá Jaime'
FUNDACION NIÑOS DE LOS ANDES


NO GUARDEMOS NADA EN EL CUARTO DE SAN ALEJO, ALGUIEN DEBE ESTAR NECESITANDOLO...

PASA ESTE MENSAJE A TUS AMIGOS, ALGUIEN TIENE LO QUE ALGUIEN NECESITA

Meditatio

Meditatio (Lectio Divina Jueves Segunda Semana de Cuaresma)

Quien sabe olvidarse y perderse en la ofrenda de sí mismo, quien puede sacrificar "gratuitamente" su corazón, es un hombre perfecto. En el lenguaje bíblico, poderse dar, poder entregarse, poder llegar a ser "pobre", significa estar cerca de Dios, encontrarla propia vida escondida en Dios; en una palabra, esto es el cielo. Girar sólo alrededor de uno mismo, atrincherarse y hacerse fuerte significa, por el contrario, condenación, infierno. El hombre puede encontrarse a sí mismo y llegar a ser verdaderamente hombre solamente atravesando el dintel de la pobreza de un corazón sacrificado. Este sacrificio no es un vago misticismo que hace perder consistencia al mundo y al hombre, sino, al contrario, es una toma de consideración del hombre y del mundo. Dios mismo se ha acercado a nosotros como hermano, como prójimo; en resumen, como otro hombre cualquiera [...].

El amor al prójimo no es algo distinto del amor a Dios, sino, por así decir, su dimensión que nos toca, su aspecto terreno: ambas realidades son esencialmente una sola. Así queda garantizado nuestro espíritu de pobreza, nuestra disposición a la donación y al sacrificio desinteresado, por el que actualizamos nuestro ser humanos, siempre y necesariamente en relación con el hermano, con el prójimo. Dichoso el hombre que se ha puesto al servicio del hermano, que hace suyas las necesidades de los demás. Y desdichado el hombre que con su rechazo egoísta del hermano se ha cavado un abismo tenebroso que lo separa de la luz, del amor y de la comunión; el hombre que solamente ha deseado ser "rico" y "fuerte", de suerte que los demás sólo constituyan para él una tentación, el enemigo, condición y componente de su infierno. En el sacrificio que se olvida totalmente de sí, en la donación total al otro es donde se abre y se revela la profundidad del misterio infinito; en el otro, el hombre llega contemporáneamente y realmente a Dios

(J. B. Metz, Povertá nello spirito. Meditazioni teologiche, Brescia 1968, 42-45, passim).

martes, 19 de febrero de 2008

El equilibrio del mundo

Un día, un tipo muy curioso le pregunta a Hoca: - “Maestro, he observado algo muy extraño. Al hacerse de día cada uno va por un lado: unos por allí, otros por allá, ¿Por qué será?”

Después de un rato de meditación, Hoca responde: -“Si todos fuesen hacia la misma dirección, el mundo se desequilibraría y todo se derrumbaría”.

Cuento de Nasreddin Hoca – Sabio y humorista turco – (S.XIII)

domingo, 17 de febrero de 2008

"EL HABITO DE POSPONER"

Una zorra veía unos hermosos racimos de uvas ya maduros. Deseosa de comerlos, buscaba por todos los medios alcanzarlos. Pero no siéndole posible alcanzarlos de ningún modo, y viendo frustrado su deseo se dijo para consolarse:
Estas uvas no deben ser ricas.
¿Cuántas veces después de haberte propuesto un objetivo, desistes frente al primer obstáculo?
¿Cuántas veces piensas, que este no es el mejor momento y lo dejas para después?

Considero que la postergación, es uno de los comportamientos que más limitan a las personas en el logro de los objetivos.
Cualquier acción es mejor que postergar.
¿Qué hay detrás de este comportamiento?
Un amigo hace tiempo decia: TODO ES UNA CONVERSACIÓN

Veamos entonces cuál es la conversacion que está detrás de esto:

-Este no es el mejor momento.
-Todavía me falta información.
-Las circunstancias aún no me son favorables.
-Necesito hacerlo perfectamente.
-Lo que haga me tiene que resultar fácil y fluir sin esfuerzo si no significa que no es mi momento.
-Necesito hacerlo solo.
-No tengo a quien pedirle ayuda.
-No puedo soportar perder.
-Mejor es no hacer nada que asumir un riesgo y fracasar.
-No debería tener limitaciones.
-Si no hago todo bien y perfecto, prefiero no hacerlo.
-Si me muestro tal cual soy no le voy a gustar a la gente.
-No puedo empezar porque todavía me falta información, práctica, experiencia, etc.

Hay una manera de hacer las cosas y hasta que no pueda hacerla de esa manera mejor no empiezo.
Eso lo hago todo perfecto o mejor no hago nada.

¿Te reconoces en alguna de estas conversaciones?

"Es mejor hacer algo imperfectamente que hacer nada perfectamente." Robert Schuller

Quizás la postergación no sea un problema en tu vida pero si lo es te digo que es un comportamiento que se muestra por ciclos.
Primero pensamos:
Comenzaré temprano esta vez.
Nunca más postergaré lo que tengo que hacer.
Voy a empezar pronto.
Luego pensamos:
Debí haber comenzado antes
Todavía tengo tiempo
Me falta...
Hasta que finalmente cuando pasó el momento pensamos:
Mejor lo dejo para después.
Ahora no puedo porque.....( excusas, motivos, razones, circunstancias, obstáculos, pretextos, disculpas, causas, argumentos, etc.)
Finalmente, qué pasa si no lo hago.
Seguramente no lo tengo que hacer
No es bueno para mi

Detrás del habito de posponer vive el miedo al fracaso y un poco mas atrás, la búsqueda de la perfección.
"La marca principal de un genio, no es la perfección,
sino la originalidad para abrir nuevas fronteras."
Arthur Koestler.

El que busca la perfección, está enfocado en la que falta y en lugar de enfocarse en la perfección está enfocado en lo que no está bien, en el error.
Confunde su forma de hacer con su forma de ser.

Enfocarse en lo que falta te lleva a crear contextos de escasez. Siempre nos falta algo, siempre hay algo que nos limita y al enfocarnos en eso, eso es lo que tenemos

Tú puedes tener razones. O tener resultados.
Lo que no puedes es tener las dos cosas a la vez.
Si tienes razones, lo mejor es dejarlo para otro momento.
Si quieres resultados, este es el único momento del que dispones.

Los que se inhiben por miedo a fracasar piensan que ponen en juego su identidad en lugar de cuestionarse su forma de hacer y tomar al fracaso como un espacio de aprendizaje.
"Si quieres aumentar tu tasa de éxito, dobla tu tasa de fracaso." Thomas Watson, Sr.

Muchas veces los que muestran este comportamiento, aparentan estar desinteresados de competir e indiferentes a las recompensas del éxito.

Tambien hay personas que la muestran, como una proclama de su independencia.
Y se dicen a si mismos:
Yo puedo actuar de la manera que yo elija.
Yo puedo hacerlo cuando quiera.
Yo puedo elegir el cómo y el cuándo.
A mi no me gusta que me digan cómo hacer o cuándo hacerlo.
Para mi lo más importante es poder elegir desde mi libertad.

Tambien la postergación puede estar atrás de las personas que no saben bien lo que quieren o no están en contacto con el tipo de persona que son.

La postergación puede tener que ver tambien con el manejo del tiempo.

"Tu capacidad para ser un ganador el 100% del tiempo está basada en renunciar a la noción de que perder en algo es equivalente a ser un perdedor."
Dr. Wayne Dyer
Este hábito se puede superar :
Saliendo de la critica permanente.
Familiarizándose con la forma personal de postergar.
Observando en qué áreas se desarrolla con más vigor este comportamiento (relaciones, trabajo, estudio, salud, cuidado personal, finanzas).
Observando cuáles son las excusas que utilizas para posponer.
Identificando la conversación que te frena.

Cambiando esa conversación interior de la siguiente forma:
-"Estoy cansado, mejor lo dejo para mañana" por.. "Estoy cansado pero mejor trabajo media hora y luego me voy a dormir".

Determinando qué es lo que quiero y cuales son mis objetivos.
Seleccionando una meta que dependa de usted y que sea cuantificable.
Eligiendo un plan de acción.
Empezando despacio (buscar hacerlo todo ya es parte del problema).
Cronometrando tiempos.
Esperando interrupciones.
Delegando.
No haciendo muchas cosas a la vez.
Pidiendo ayuda.

Hagamos lo difícil inmediatamente y tomémonos un poco más de tiempo para lo imposible. El momento para hacer eso que piensas es ahora. Nunca es lo suficientemente tarde para comenzar
Asi que empieza ya!!

Los verdaderos milagros

Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque:
un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno del sabio.
Poderoso: "me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa, inclusive puedes hacer milagros".
Sabio: "soy una persona vieja y cansada... ¿cómo crees que yo podría hacer milagros?".
Poderoso: "pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos..... esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso".
Sabio: "¿te referías a eso?, tú lo has dicho, esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso... no un viejo como yo; esos milagros los hace Dios, yo sólo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego ,todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo".
Poderoso: "yo quiero tener la misma fe para poder realizar los milagros que tú haces..... muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios".
Sabio: "Esta mañana ¿volvió a salir el sol?".
Poderoso: "sí, claro que sí!!".
Sabio: "pues ahí tienes un milagro..... el milagro de la luz".
Poderoso: "No, yo quiero ver un VERDADERO milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra.... mira hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas".
Sabio: "¿quieres un verdadero milagro?, ¿no es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?".
Poderoso: "sí!!, fue varón y es mi primogénito".
Sabio: "ahí tienes el segundo milagro.... el milagro de la vida".
Poderoso: "sabio, tú no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro..."
Sabio: "¿acaso no estamos en época de cosecha?, ¿no hay trigo y sorgo donde hace unos meses sólo había tierra?".
Poderoso: "sí, igual que todos los años".
Sabio: "pues ahí tienes el tercer milagro...."
Poderoso: "creo que no me he explicado, lo que yo quiero...." (el sabio lo interrumpe)
Sabio: "te has explicado bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por ti.... si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer".

Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiró muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El sabio y su alumno se quedaron parados en la vereda; cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos como para ver lo que hacían el sabio y su alumno, el sabio se dirigió a la orilla de la vereda, tomó al conejo, sopló sobre él y sus heridas quedaron curadas; el joven estaba algo desconcertado.

Joven: "maestro: te he visto hacer milagros como éste casi todos los días, ¿por qué te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿por qué lo haces ahora que no puede verlo?".
Sabio: "lo que él buscaba no era un milagro, era un espectáculo. Le mostré 3 milagros y no pudo verlos.... para ser rey primero hay que ser príncipe, para ser maestro primero hay que ser alumno... no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día. El día que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que los que Dios te da todos los días sin que tú se los hayas pedido".

sábado, 16 de febrero de 2008

Madres invisibles.

Hay días en que se siente el peso cuando eres madre de familia; hay días en que todo te fastidia, como cuando estás en el teléfono y uno de los chicos entra a decirte que si lo puedes llevar a tal lado, ó que si le das esto ó aquello, como si no fuera obvio que en ese momento estás ocupada; por dentro piensas qué no ves que estoy en una llamada?, obviamente no, ni lo toman en cuenta; igual si estás cocinando, ó limpiando el piso, ó poniendo la ropa en la lavadora; parece que fueras una persona invisible; la mamá invisible.

Algunos días se siente como si fueras solo un par de manos….me arreglas esto?, me abres esto?, me amarras acá?, me abotonas….?; otros días me he sentido un reloj que solo da la hora….ó la guía del sky…en qué canal está el Disney channel?...
Otras veces he estado segura de que estas manos que alguna vez sostuvieron libros entre sus manos, hicieron excelentes trabajos en la universidad, y recibieron el título universitario se han perdido entre huevos fritos, arroz y guisados, lavadoras y el volante del auto.

Una noche asistí a una reunión de amigas para dar la bienvenida a una de ellas que volvía de un viaje increíble; estaba ahí sentada y en un momento empecé a comparar mi vida con la suya y no pude dejar de compadecerme; de pronto ella se me acercó con un paquete envuelto para regalo y me dijo: te traje este libro de las mas hermosas catedrales en Europa; de repente no entendí porqué me lo había traído; llegué a mi casa, lo abrí y la dedicatoria era: "A _____ con admiración, por la grandeza de lo que está construyendo cuando nadie la ve."

En los días posteriores me devoré el libro, y descubrí en él verdades que cambiaron mi vida.

Nadie puede decir con certeza quienes construyeron estas magníficas catedrales, no se tiene registro de sus nombres. Estos constructores trabajaron toda su vida en una obra que nunca verían terminada; hicieron grandes esfuerzos y nunca esperaron crédito, Su pasión por el trabajo era alimentada por su fe y por la convicción de que nada escapa a la mirada de Dios.

El libro cuenta la anécdota de un hombre poderoso que fue a supervisar la construcción en una de estas catedrales y se encontró con uno de los trabajadores que tallaba un pajarito en una de las vigas de madera que sostendrían el techo, curioso le preguntó que porqué perdía su tiempo tallando esa figurilla en una viga que nadie vería ya que sería cubierta con yeso y le respondió: "porque Dios si lo ve".

Cuando terminé el libro, todo tuvo sentido; fue como si escuchara la voz de Dios murmurando en mi oído: "ya ves, hijita, ningún esfuerzo ó sacrificio que haces pasa desapercibido a mis ojos, aún cuando estés realizando tus labores en soledad; ningún botón que pegues, ningún huevito revuelto que hagas es un acto demasiado pequeño para que yo no lo vea y eso me haga sonreír. Estás construyendo una gran catedral, solo que ahora no puedes ver en lo que tus esfuerzos se convertirán."

Ahora entiendo que ese sentimiento de "invisibilidad" que sentí no era una aflicción, era el antídoto para mi egoísmo y mi orgullo; era la cura para el querer estar siempre en el centro.

Me ha ayudado mucho a ubicarme el verme a mi misma como una constructora. El autor de este libro dice que en la actualidad no se construyen este tipo de edificios porque ya no hay personas con ese espíritu de sacrificio que estén dispuestas a dar su vida en una labor que a la mejor nunca vean concluida.

Cuando pienso en eso, solo deseo que cuando mi hijo invite a sus amigos a la casa, no les diga: "te invito porque mi mamá se levanta a las seis am a hacer unos pays deliciosos, además plancha personalmente los manteles en los que nos sirve la comida y trapea a rodilla la sala y comedor", porque eso sería estarme construyendo un monumento a mí misma; no, lo que deseo desde el fondo de mi corazón es que mi hijo les diga: "te invito a mi casa porque ahí te la vas a pasar muy bien", Mi meta es hacer de mi casa un verdadero hogar, un lugar a donde mis hijos quieran llegar porque puedan estar felices y relajados y que por esa razón, quieran traer a sus amigos.
Como madres de familia, estamos construyendo grandes catedrales; mujeres y hombres de bien; almas que vayan al cielo y lleven entre sus manos a todos los suyos.
Mientras laboramos no podemos estar absolutamente seguras si lo estamos haciendo bien, pero un día, es muy posible que el mundo se maraville, no solo por lo que habremos construido, sino por el bien y la belleza que habremos aportado por todo el trabajo silencioso de las "madres invisibles".

Dios te bendiga.

jueves, 14 de febrero de 2008

¿Porque nos mentimos a nosotros mismos?

Un estudio clásico de la psicología es el que llevaron a cabo Festinger y Carlsmith en 1959 sobre las motivaciones de nuestros actos. A pesar de los años transcurridos los resultados están vigentes en la psicología y el experimento es una obra maestra del engaño. Para que resulte más fácil de entender, vamos a ponerlo a usted en el lugar del sujeto del experimento.

Primera Parte: El montaje
Es el año 1959, eres un estudiante de la Universidad de Stanford y se te pide que tomes parte de un experimento para medir resultados del desempeño en una tarea determinada. Como es obligatorio tomar parte en una cierta cantidad de experimentos para aprobar la clase aceptas la propuesta.

Una vez en el set se te explica que el experimento tiene como propósito medir cómo tus expectativas sobre la tarea a realizar afectan la experiencia de esa misma tarea. Aparentemente hay dos grupos, en el tuyo se te pide simplemente que hagas la tarea sin darte ninguna expectativa positiva ni negativa respecto a la misma.

Haces la tarea, que consiste en mover cucharas dentro de una caja durante media hora y te parece aburridísimo, la otra media hora la pasas moviendo clavijas en un tablero lo cual tampoco es demasiado divertido. Cuando terminas de realizar el experimento se te agradece y se te comenta que la gente encuentra la tarea muy interesante, lo cual a ti, que te has aburrido como un hongo, te suena a extraño. Pero el experimento a terminado y tu ya no piensas en eso.

Segunda Parte : El engaño
Cuando piensas que ya puedes irte a tu cuarto a estudiar, uno de los investigadores se te acerca y te explica que tuvieron un inconveniente en el estudio y que necesitan tu ayuda. Hay que tomar la prueba al siguiente grupo, aquel donde eran generadas expectativas sobre la tarea y se te pide que tú seas quien generes esas expectativas. Por hacerlo te pagaran un dólar, que en 1959 no es despreciable.

Tu nueva tarea consiste en decirle al sujeto que va a hacer la tarea que tu ya hiciste (la de las cucharas y clavijas) que es una tarea muy interesante e importante. Aquí sientes una puntada de arrepentimiento, pues sabes que para ti fue bastante sosa y aburrida. Nuevamente el investigador agradece tu participación y ahora te piden que evalúes tú la tarea realizada. Te demoras un segundo y comienzas a pensar que quizás no haya sido tan aburrido como te pareció al principio y le das un puntaje de interés medio.

Tercera parte: El auto-convencimiento
Tras finalizar la evaluación te encuentras con un compañero que participo del experimento y comparando notas encuentras que ha realizado todo lo mismo que tu, no sólo la tarea de las cucharas y clavijas, sino que también le han pedido que ayude a estimular a otros participantes, pero que a él… ¡le han pagado 20 dolares!

Ya empiezas a sospechar y cuando le preguntas que le pareció te responde que la tarea fue aburridísima. Tú en cambio, honestamente, la defiendes alegando que fue bastante interesante.

¿Que paso aquí? Un punto de disonancia cognitiva: tenemos dos corrientes de pensamiento que se contradicen entre sí, ¿cómo lidiamos con eso? Ese era el verdadero punto del experimento.

En este caso haces una tarea que te resulta en principio aburrida, pero luego se te pide que digas a otros que la tarea en realidad es divertida, pero tu no eres de esas personas que le gusta mentir a la gente ¿así que como resuelves la contradicción? Te convences a ti mismo de que la tarea fue en realidad amena, esto ayudado por el investigador que dijo que a otras personas le pareció interesante. Tu amigo mientras tanto, no tiene necesidad de recurrir a este truco mental, pues justifica su acción con el pago de los 20 dólares. El auto-convencimiento es una forma de reducir el malestar que conlleva lidiar con dos líneas de pensamiento contrarias, pero no es la única forma, otra forma de reducción de la disonancia cognitiva es interpretar la información de forma tal que coincida con nuestro punto de vista, aunque esto signifique tomar solo aquella parte que coincide con nuestras creencias anteriores y desechar el resto.

A veces la forma de lidiar con los disonancia cognitiva se vuelve repetitiva y estereotipada dando lugar a distintas patologías. La psicología cognitiva actual basa la cura de los síntomas patológicos buscando estas disonancias y procurando que el paciente encuentre la forma de repensar su solución.

El Hijo

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección; desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte, desgraciadamente, el hijo fue a la guerra.

Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes mas tarde, justo antes de la Navidad , alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos dijo al padre: Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Él salvó muchas vidas ese día, me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente.

Él hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte. El muchacho extendió los brazos para entregar el paquete: 'Yo sé que esto no es mucho.Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.' El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Él contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura.

El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se arrasaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. 'Oh no, Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Es un regalo.' El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería. El hombre murió unos meses mas tarde y se anunció una subasta con todas las pinturas que poseía.

Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. 'Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quien ofrece por este retrato?' Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación  grito:
'Queremos ver las pinturas famosas, Olvídese de esa'.
Sin embargo el subastador persistió:
'¿Alguien ofrece algo por esta pintura? ¿$100.00? ¿$200.00?'
Otra voz grito con enojo:
'No venimos por esa pintura, Venimos por los Van Goghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad'
Pero aun asi el subastador continuaba su labor:
'El Hijo, El Hijo, ¿Quien se lleva El hijo?'
Finalmente una voz se oyó desde atrás, el viejo jardinero del padre y del hijo..... Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer. 'Tenemos $10 ¿Quien da $20?', grito el subastador.' La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de 'El Hijo'. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus  propias colecciones.
El subastador golpeo por fin el mazo: 'Va una, van dos, VENDIDA por $10'
'Empecemos con la colección!', gritó uno.
El subastador soltó su mazo y dijo: 'Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llego a su final' 'Pero, y las pinturas?', dijeron los interesados 'Lo siento' Contesto el subastador 'Cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño.' Yo no tenia permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento.
Solamente la pintura de 'EL HIJO' seria subastada. Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que acepto quedarse con 'EL HIJO' se queda con TODO'.
REFLEXION:
Dios nos ha entregado a su Hijo, quien murió en una cruz hace 2,000 años. Así como el subastador, su mensaje hoy es:
'EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIEN SE LLEVA EL HIJO?
' Quien ama al Hijo lo tiene todo.
Mateo 6:33 'Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas, se os darán por añadidura.'
Es un mensaje lindo para compartir.
Solo repite esta frase y mira como se mueve DIOS!!!
'Señor, te amo y te necesito, estás en mi corazón, bendíceme a mi, a mi familia, mi casa, mi hogar, mi empleo, mis finanzas, mis sueños y proyectos y a mis amigos, en nombre de Jesús Amen.'

La batalla de la constancia

Al hablar de una batalla nos imaginamos un ejército que empuña las armas dispuesto a conseguir la victoria o morir en la línea de combate. Un día tras otro, sin abandonar las armas y con la vista fija en el objetivo, sin desfallecer ante las inclemencias del tiempo o los ataques del enemigo. Sólo tiene en mente que debe luchar para obtener esa anhelada meta. El cuerpo militar seguirá adelante: cambiarán los efectivos, detallarán la estrategia, estudiarán las dificultades y las posibilidades de vencerlas. Quizás sean semanas, meses, antes de contemplar el fruto final del esfuerzo y la sangre.

Una de las piezas claves para la conquista es la constancia. El diccionario la define como la firmeza y perseverancia de ánimo en las resoluciones y en los propósitos. Es la virtud con la cual conquistamos las metas que nos proponemos, y sin ella un trabajo serio es imposible y dudosas las posibilidades del éxito. La constancia es necesaria para formar las virtudes, para crecer en el campo espiritual, humano, social, intelectual, deportivo… Quien es constante tiene facilidad para triunfar, porque se habitúa a la lucha diaria que implica esta virtud, dispuesto a vencer las dificultades e inclusive vencerse a sí mismo.

Los resultados son evidentes. Detrás de un deportista de alto rendimiento se encuentran horas de entrenamiento, renuncias en la vida social, rigurosas dietas alimenticias. Un trabajo constante, a lo largo de meses o años para conseguir un mejor rendimiento físico y estar lo mejor preparado para la importante y deseada competición.

Lo que construye a una persona virtuosa es el trabajo constante y paciente. La formación de un hábito de caridad universal y delicada, por ejemplo, ha implicado tratar a todos por igual y como uno querría que lo trataran a él; saber disculpar los defectos de los demás y fomentar el buen nombre de quienes lo rodean. No siempre es fácil mantener un ritmo así, pero allí está la virtud y el valor de la constancia. Es necesario un trabajo paciente, momento a momento, como cuando se coloca un ladrillo y otro ladrillo hasta levantar una catedral.

No hay que desanimarse por las dificultades y las caídas: son normales y en ocasiones difíciles de evitar. Éstas son preciosas oportunidades para reafirmarnos en la lucha y para madurar en nuestra vida. Purifican nuestras intenciones y nos permiten renovar y valorar más el ideal. No deben ser un motivo para desanimarse y abandonar el combate; lo que vale cuesta, y cuanto más vale, mayor es el costo. Si se cae mil veces, mil veces hay que levantarse. Mantenerse en la lucha es ya una victoria, porque con ella fortalecemos nuestra voluntad y templamos nuestro carácter para resistir tormentas aún más violentas. Así que de las caídas podemos sacar un fruto positivo y favorable para la consecución de nuestro ideal.

Para formar esta virtud son necesarios cuatro pasos:

Primero, hay que tener metas claras y medios concretos para alcanzarlas. Si no tenemos un ideal sería como si golpeáramos en el aire. Una meta nos dará un estímulo y sentido a nuestra lucha: llegar al Cielo; terminar una competición en primer lugar; lograr un profundo espíritu de oración; leer un número de libros cada mes; dejar el hábito de fumar; ahorrar una cantidad de dinero antes de tal día; aplicar una metodología en el trabajo, en el estudio, etcétera.

Después viene el segundo paso: trabajar la constancia con constancia. Cada día, aún en aquellos en que el ánimo no es favorable. Si se presentan mil obstáculos buscaremos mil medios para superarlos, siempre con la vista centrada en la meta.

El tercer paso es renovar cada día nuestro propósito para que esté siempre fresco y presente, y para que no perdamos el sentido del porqué nos encontramos en esta lucha. Al inicio del día o cuando vengan las dificultades, si recordamos nuestra meta tendremos una motivación fuerte para no desfallecer y seguir adelante con el ritmo que hemos conseguido hasta el momento.

Y como último paso es indispensable levantarse si se tiene una caída en la lucha. De una caída se aprende y se madura. Cuando un corredor cae, se levanta, se sacude si es necesario, y vuelve a emprender la marcha porque tiene fija su mirada en la línea final. Será más consciente de los pasos que no le favorecen y que le pueden causar de nuevo un tropezón y tratará de evitarlos.

Arturo Graf, un poeta italiano había dicho: «la constancia es la virtud por la que todas las demás dan su fruto». Si trabajamos esta virtud, y con la gracia de Dios, podremos estar seguros de conseguir tantas otras virtudes que necesitamos para ser mejores personas y para alcanzar las metas propuestas

martes, 12 de febrero de 2008

El Capitán y el faro

El capitán del barco miraba, a lo lejos, luces tenues en la oscuridad de la noche. De inmediato, ordenó a su guardavía a enviar el siguiente mensaje: “Altere su rumbo diez grados hacia el sur”.

Enseguida, fue recibida la réplica: “Altere el suyo diez grados hacia el norte”. Se enfadó el capitán, ya que su comando había sido ignorado.

Así pues, mandó un segundo mensaje: “Yo soy el capitán. Altere su rumbo diez grados hacia el sur”. Al ratito, vino la respuesta: “Yo soy el marinero tercera clase Martínez. Altere su rumbo diez grados hacia el norte”. Pensando infundir temor, el capitán respondió: “Estoy al mando de un buque de guerra”, a lo cual se contestó: “Y yo estoy al mando de un faro”.

En la noche oscura y neblinosa de nuestros tiempos se escuchan muchas voces distintas que vociferan órdenes, diciéndonos lo que debiéramos hacer o cómo encaminar nuestra vida.

Una voz en particular se hace escuchar en medio de las tinieblas, señalándonos un rumbo contrario a las indicaciones de las demás, una trayectoria que quizás parezca irracional. Se trata de la voz de quien es la Luz del mundo, voz que ignoramos a gran riesgo nuestro.

lunes, 11 de febrero de 2008

EL CAMINO DEL AMOR

- Los 11 pasos -
1. Primero contigo mismo.
Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás
2. Manejar la soledad.
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
3. Sólo se da lo que se tiene.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar y aceptarte para aceptar porque nadie puede dar lo que no tiene.
4. Paz interior.
Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no crees en tu interior.
5. Fantasía que genera frustración.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo trae frustraciones.
6. Autonomía.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.
7. Autosuficiencia.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando bien convencido seas capaz de decirle: 'No te necesito para ser feliz'.
8. Independencia.
Sólo podrás amar siendo independiente hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
9. Requerimientos.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, autoestimay la práctica de una libertad responsable.
10. Autoestima y madurez.
Ámate a ti mismo madura y el día que puedas decirle a esa otra persona 'Sin ti me la paso bien'ese día estarás preparado para vivir en pareja.
11. Compartir.
Dos personas que vivan en pareja podrán ser felices sólo cuando se hayan unido para compartir su felicidad no para hacerse felices la una a la otra.

Conclusión:
'Dos personas se aman únicamente cuando son capaces de vivir la una sin la otra pero deciden vivir juntas'
Autor de Inspiracion El Camino Al Amor : Los 11 pasos. M. Scott Peck

domingo, 10 de febrero de 2008

Vive tu vida al máximo

Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida
Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza
Sé tú mismo. Pero sé lo mejor de ti mismo
Ten valor para ser diferente y seguir tú propia estrella
Y no tengas miedo de ser feliz

Goza de lo bello
Ama con toda el alma y el corazón
Cree que aman, aquellas personas que tú amas
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti
No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo

Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible. Luego olvídala
El momento de la certeza absoluta nunca llega
Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos
Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios
Vive cada día a plenitud.

Si te pierdes en el bosque, aprovecha para encontrar una nueva senda

Si puedes cambiar tu percepción de las cosas, puedes también cambiar tus comportamientos y tu personalidad.

Había una vez un adolescente que no sabía cómo hacer para invitar a salir a la chica que le gustaba. Pero este adolescente era capaz de cambiar la percepción de las cosas. Se acercó a la chica y le dijo: "Si adivinas qué escondo en mi mano, esta tarde te invitaré al cine". La chica contestó: "escondes un elefante", y el chico le dijo: "Efectivamente, ¿cómo lo has adivinado?, tengo un elefante. Esta tarde pasaré a buscarte a las siete y media"

Esta historia describe cómo cambiando la percepción de algo podemos cambiar la manera en que pensamos. El chico fue capaz de cambiar el marco de pensamiento de la muchacha.

Esto es lo que hacen los buenos vendedores: presentan una información al cerebro del comprador y le despiertan interés sobre el producto. Le ayudan a cambiar su percepción y entonces redirigen sus pensamientos hacia la necesidad de comprar. Liderar es el mismo proceso. Podríamos decir que vender es liderar en un contexto comercial, y liderar es vender en un contexto social.

Si practicas y te haces experto en esto, puedes comenzar a controlar tu propio pensamiento. Es muy útil tener la capacidad de cambiar las propias percepciones, porque si eres capaz de ver las cosas de manera diferente, serás capaz de sacarle ventaja a muchas situaciones. La única forma de cambiar el comportamiento es cambiando la percepción. Si cambias la percepción, cambiarás el comportamiento.

A todos nos ha pasado alguna vez. Todos los días hacemos el mismo recorrido para ir de casa al trabajo. Un día y otro. Podemos ir casi con los ojos cerrados. De hecho caminamos (o conducimos si vamos en automóvil) como autómatas. Nuestros pensamientos están muy lejos de allí. El piloto automático de nuestro cerebro nos hace llegar a nuestro destino sin necesidad de pensar. Pero un día nos encontramos por sorpresa con una calle cortada por obras. Eh, un momento, esto no estaba en el guión. Tenemos que pensar una nueva ruta alternativa. Nuestro cerebro tiene que volver a pensar. Inmediatamente pensamos por dónde podemos llegar a nuestro trabajo utilizando otro camino. Los primeros días nos va a costar acostumbrarnos a la nueva ruta, porque nuestro cerebro va a tender a llevarnos por la antigua.

A veces, las rutas alternativas se convierten en mejores rutas que las originales. Simplemente no habíamos pensado sobre ello hasta entonces. Pero aunque seamos conscientes de que la nueva ruta es mejor alternativa que la original, nuestro cerebro va a tener muchas dificultades para aceptarlo. Seguirá erre que erre arrastrándonos una y otra vez hacia la ruta antigua. Nuestro cerebro prefiere las rutinas, los hábitos, las costumbres. A nuestro cerebro no le gustan las novedades, prefiere lo conocido. Lo dice el refrán: "Más vale malo conocido, que bueno por conocer". Nuestro cerebro es un incansable repetidor de procesos, vuelve una y otra vez por las sendas que ya tiene abiertas. Cuando el cerebro abre una nueva ruta neurológica como estrategia para solucionar algo, esa ruta se convierte, aunque esté llena de curvas y precipicios, aunque no sea la ruta más fácil y más económica, en la ruta preferente y única. Si dejamos que funcione el automatismo, todas las demás opciones desaparecen. Vía única.



¿Y cómo podemos cambiar eso? Para cambiar un automatismo, hay que pensar, hay que recuperar el control de nuestros pensamientos. Fíjate, si has seguido estas últimas reflexiones, ya tenemos dos herramientas poderosas: el cambio de percepción y la repetición de la nueva alternativa.

Para cambiar la percepción de algo y encontrar nuevas alternativas, puedes hacerte preguntas:

1) ¿Qué hace que tenga tantos gastos al final de mes? ¿Cómo puedo hacer para tener menos gastos?
2) ¿Qué hace que mis clientes rechacen este producto? ¿Cómo puedo cambiar el producto o la relación con mis clientes?
3) ¿Qué hace que acabe siempre de mal humor? ¿Cómo puedo hacer para terminar alegre?
4) ¿Qué hace que esta máquina haga tanto ruido? ¿Cómo puedo modificar su estructura?
5) ¿Qué hace que este proceso sea tan lento? ¿Cómo lo puedo diseñar de otra forma más rápida?
6) ¿Qué hace que mi hijo saque malas notas? ¿Cómo puedo ayudarle a solucionar ese problema?
7) ¿Qué hace que siempre llegue tarde? ¿Cómo puedo hacer para llegar a tiempo?
8) ¿Qué hace que los demás no comprendan lo que siento? ¿Cómo puedo hacer para cambiar la forma de transmitir mis sentimientos?
9) ¿Qué hace que no me encuentre a gusto en mi trabajo? ¿Cómo puedo hacer para cambiar de trabajo o para hacer que mi trabajo actual sea más gratificante?
10) ¿Qué hace que…? ¿Cómo puedo hacer para…?

Cuando tengas la nueva y mejor alternativa definida, tu cerebro tendrá dificultades para ponerla en marcha. Hasta que no repitas, y repitas, y repitas la nueva alternativa de forma consciente, tu cerebro no se va a dar por aludido. Mientras no abras una nueva ruta neurológica y le hagas comprender a tu cerebro con la repetición que eso es lo que tú quieres, tu cerebro seguirá usando el camino antiguo. Y aún así, en cuanto te descuides, en cuanto dejes de ser consciente de que quieres cambiar, tu cerebro volverá a lo antiguo.

Otra forma muy rápida y efectiva de cambiar la percepción es cambiando las submodalidades. La PNL tiene muchas técnicas que facilitan ese proceso. En PNLNET.COM hay muchos artículos en los que se explica detalladamente cómo trabajar con las submodalidades, por lo que no me voy a extender más aquí.

sábado, 9 de febrero de 2008

El Sabio y el Rey

Un Rey soñó que había perdido todos los dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.
- ¡Qué insolencia! - gritó el Rey enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa?
¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.
Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo:
- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada.
El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.

Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
- Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio – que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

jueves, 7 de febrero de 2008

El Amor No Necesita Parámetros

Dios Dijo:
No necesitas prueba de amor.
Puedes haberte pasado la vida entera buscando pruebas de amor.
No busques pruebas, amado.
El amor no tiene que ser una prueba.
No debe ser sino lo que es.
El amor mismo no muere, pero el amor eterno que tú buscas no se encuentra buscando pruebas de él, ni siquiera buscándolo a él.
Es mejor buscar amor para dar.
Es mejor apartar tu mente de la búsqueda de amor.
Prepárate para amar en cada vuelta, y no busques que te devuelvan amor.
Es suficiente con dar, amado.
Es algo cómico, pero cuanto más buscas al amor, más se te escapa.
El amor sólo puede ser un regalo.
No puede ser algo que tú capturas.
Si fuera capturado, no te podrías aferrar a él.
El amor debe ser liberado para que él se pose donde desee.
No puedes comprometer a otro para que ame.
Una persona se puede comprometer a sí misma, y así el amor vuela libre.
Incluso cuando el amor parece haber volado, aún puedes enviar corrientes de amor.
No necesitas prueba de amor, y cuando la pides, incluso en silencio, te vuelves como un pulpo que se aferraría pase lo que pase.
No te aferres al amor porque el amor no se puede atrapar.
Sólo puede ser liberado. No se puede gobernar sobre él.
Nadie está obligado a amarte, y nada te obliga a ser amado por otro, ni debes tener evidencia de que se te da amor.
Tan pronto como comienzas a tratar de poner a prueba al amor, éste salta.
Eso es porque, al pedir una prueba de amor, le pones una llave al cuello al amor.
El amor, sobre todo, debe ser libre tanto para partir como para quedarse.
¿Quién eres tú para saber si el amor se debe quedar?
¿Quién eres para saber si el amor luce de cierta manera?
No puedes ni exigir ni pedir amor.
Todo lo que puedes hacer, amado, es dar amor.
No importa el amor en el corazón de los demás.
Preocúpate por el amor en el tuyo.
No debes agarrar al amor, ni asirlo, ni sostenerlo con fuerza. Sé receptivo, pero no sientas que debes poseerlo.
El concepto de tener que poseer te genera problemas.
Previene al mismísimo amor que tanto ansias.
Libérate hoy. No tienes que sentirte amado.
Deja que Mi amor sea suficiente.
Luego abrirás todas las rutas para que el amor aparezca.
El momento en que no requieras de amor, te declararás abierto a él. Antes que eso, estabas abierto a la posesión del amor.
Decías que el amor es un juego justo.
Verdaderamente, amado, no hay estación de caza para el amor. Deja a un lado ese arco y esas flechas.
Deja que tu corazón se sorprenda con su propio amor y que lo dé libremente.
Mientras des amor libremente serás más capaz de aceptar al amor libremente.
Ten en cuenta que no debes tener amor en el mundo.
No dependes de ello. Si dependes de ello, te vuelves un esclavo de él, o un ladrón de él.
Deshazte de tu necesidad de amor, y ábrele la puerta.
La libertad es el corazón del amor.
Nadie debe amarte. No tienes que ser amado.
Eso es libertad.
Eso te deja libre para amar sin cláusulas que lo demarquen. El amor es demasiado maravilloso como para ser rasguñado.
Sólo deja que el amor sea. Déjalo ser tal cual es.
No te estoy pidiendo que te conformes con poco. Te pido que estés abierto al amor ilimitado en el mundo. Este amor es más grande que los pequeños trocitos de amor que has estrujado y sobre los cuales has insistido.
Libera los límites del amor en tu corazón. Desata al amor.
Libéralo.
Traducido por: Cecilia Ricardini
Copyright © 1999-Ahora Heavenlett

No hay nada mas perfecto que el amor

Autor: Corintios 1:13

Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.

Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios - el saber más elevado -, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.

Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.

No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.

El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías son también algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.

Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuándo me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las vemos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.

Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.

miércoles, 6 de febrero de 2008

La botella

Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por suerte, llegó a una cabaña vieja, desmoronada sin ventanas, sin techo.

El hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra donde acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto. Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía.

Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había una botella vieja. La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: "Usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar".

El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua... ¡llena de agua! De pronto, se vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada.

¿Qué debiera hacer?

¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca... o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje?

¿Debía perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones poco confiables escritas no se cuánto tiempo atrás?

Al final, derramó toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba comenzó a rechinar, pero ¡nada pasaba! La bomba continuaba con sus ruidos y entonces de pronto surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia... Agua fresca, cristalina.

Llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante. Enseguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó la pequeña nota y añadió otra frase:

"Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua, antes de obtenerla nuevamente".


Hebreos 11:1
“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

Hechos 20:35 “Más bienaventurada cosa es dar que recibir”.

Lucas 6:21 “Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.”

martes, 5 de febrero de 2008

Fracaso

Cuando parece que he Fracasado..., ¿quiere eso decirme algo?

Porque... El fracaso no significa que soy un fracasado; significa que todavía no he triunfado.

El fracaso no significa que no he logrado nada; significa que he aprendido algo.

El fracaso no significa que he sido un tonto; significa que tuve suficiente valor para experimentar.

El fracaso no significa que he sido un desgraciado; significa que me atreví a probar.

El fracaso no significa que no lo tengo; significa que lo tengo de una manera diferente.

El fracaso no significa que soy inferior; significa que no soy perfecto.

El fracaso no significa que he desperdiciado mi tiempo; significa que tengo una excusa para comenzar otra vez.

El fracaso no significa que debo darme por vencido; significa que debo tratar con más ahínco.

El fracaso no significa que nunca lo haré; significa que necesito más paciencia.

Atrevámonos a tratar, los fracasos sólo son lecciones de aprendizaje.


Quien nunca arriesga tampoco logra nada.

Ese si que fracasa

Palabras que curan, pensamientos que matan

Por qué los pensamientos negativos pueden enfermar y por qué las palabras pueden resultar terapéuticas
Desde que éramos chicos, nuestras madres nos curaban de los golpes con una caricia y la frase mágica "sana, sana, colita de rana", nuestras tías y abuelas siempre tenían un "tecito" especial para el dolor de panza o de cabeza, y ya en el colegio aprendimos a cruzar dedos, hacer nudos y ponernos ropa "que nos trae suerte" antes de un examen o una negociación conflictiva.

Creemos firmemente que estos conjuros nos ayudan a disipar el dolor y salir venturosos de situaciones difíciles. Y también evitamos pasar por debajo de una escalera, esquivamos a los gatos negros, si nos dan un número preferimos que no sea el 13 y ni hablar de romper un espejo: ¡son siete años de desgracia! En esto no creemos. Pero, por las dudas.

En el imaginario popular, ciertas circunstancias, objetos, palabras y pensamientos están infundidos de poderes e intencionalidades (a veces benignos, y otras maléficos), que recaerán indefectiblemente sobre nosotros. Se podría pensar que este tipo de ideas son típicas de las personas con baja formación cultural. Sin embargo, el que esté libre de ellas, ¡que tire la primera piedra!

La ocurrencia de rituales y supersticiones es casi universal. Los rituales son aquellas cosas que hacemos habitualmente y que, a diferencia de la rutina, nos reconfortan y nos dan seguridad (por ejemplo, hay quien se ducha antes de acostarse y quien lo hace cuando se levanta).

En cuanto a las supersticiones, la mayoría se originaron en tiempos inmemoriales y tenían una función social. Por ejemplo, el hábito de apoyar el salero en la mesa y no pasarla de mano en mano tiene su origen en que la sal era utilizada como moneda de cambio y entonces derramarla era un sacrilegio.

Del mismo modo, los condenados a la horca pasaban antes por debajo de una escalera. Presagio de muy mala suerte en su momento. Pero ¿por qué perduran estas ideas en la sociedad actual?" Las supersticiones son estados anímicos en los que se generan creencias a las que, aún siendo contrarias a la razón, se les otorga crédito", señala el terapeuta Enrique Novelli, de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

Más que en explicaciones lógicas, este crédito está fundado en vivencias afectivas. Y así objetos, animales, personas, palabras y actos se consideran promotores de suerte y bienestar, o de calamidades.

El psicoanálisis, mediante el estudio de las obsesiones, ha descubierto que "la esencia de las supersticiones es el efecto de la represión que al recaer sobre un impulso generador de un afecto cualquiera, genera angustia", señala el especialista.

Una vez que la angustia irrumpe en la conciencia, las razones que la provocaron se diluyen. Y cuando se intenta darle una explicación, generalmente la asocia a situaciones, actos y palabras. De este modo, esas circunstancias o cosas pasan a considerarse peligrosas, es decir, promueven estados de angustia.

"Es como si funcionáramos con dos pensamientos -grafica Novelli-. Por una parte está el pensamiento racional, y por otra, los restos de ese pensamiento arcaico, de carácter mágico. El primero se ajusta a la lógica formal, en tanto el segundo queda adherido a las vivencias y las sensaciones que ellas promueven y que son las que le otorgan credibilidad. "

La medicina conoce desde sus inicios el poder del efecto placebo (que en algunos medicamentos, como las drogas para combatir la disfunción sexual, pueden explicar hasta el 50% del éxito de un tratamiento) . Y hoy, desde la psiconeuroinmunologí a, muchos malestares se podrían explicar por las conexiones nerviosas que generan los pensamientos negativos y terminan provocando una baja en las defensas, lo que a su vez facilita la aparición de la enfermedad.

Pero así como hay pensamientos que enferman, la palabra, en un contexto de contención, es terapéutica. Algunas investigaciones en neurociencias descubrieron, por ejemplo, que quienes se analizan y trabajan con el poder de la palabra logran cambios químicos en las sinapsis (conexiones en las neuronas).

Sigmund Freud tenía razón: hay palabras que curan y pensamientos que matan.

María Naranjo

El efecto nocebo y los tabúes

Las supersticiones, como tales, están muy relacionadas con los tabúes. Un trabajo del antropólogo Claude Lévi-Strauss demostró claramente su efecto al documentar cómo aborígenes se enfermaban y hasta morían luego de consumir un animal prohibido. El poder del tabú, muy relacionado con el llamado efecto nocebo (como su nombre lo indica, es contrario al placebo), se presenta en aquellas personas que creen que están haciendo algo que las va a dañar, y están inmersos en una cultura que también lo cree.

Esto explica el poder de la sugestión y de prácticas como el vudú. En la actualidad y en la cultura occidental, es posible reconocer este efecto en el pensamiento infantil; por ejemplo cuando un niño se golpea le dice "mala, mala" a la mesa u objeto con el que se golpeó. "Ese pensamiento mágico animista es la razón por la que las supersticiones y el carácter siniestro de algunas cosas se transmiten y perviven a través de las épocas y de las generaciones" , explica el psicoanalista Novelli.

El Pan de Cristo

El siguiente es el relato verídico de un hombre llamado Víctor. Al cabo de meses de encontrase sin trabajo, se vio obligado a recurrir a la mendicidad para sobrevivir, cosa que detestaba profundamente.

Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un club privado cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo. Víctor le pidio al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer.

- Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio -replicó éste. La mujer, que oyó la conversación, preguntó:
- ¿Qué quería ese pobre hombre?
- Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre -respondió su marido.
- Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y ¡Dejar a un hombre hambriento aquí afuera!
- Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber.
-¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo.

Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron, avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la amable voz de la mujer que le decía:
- Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer, aunque la situación está difícil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre.
-¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y me ha ayudado a cobrar ánimo. Jamás olvidaré su gentileza.
-Estará usted comiendo El Pan de Cristo! Compártalo -dijo ella con una cálida sonrisa dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo.

Víctor sintió como si una descarga eléctrica le recorriera el cuerpo, encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora le había dado y resolvío guardar lo que le sobraba para otro día, comería el pan de Cristo dos días. Una vez más, aquella descarga eléctrica corría por su interior. ¡El Pan de Cristo!

-¡Un momento! -pensó-. No puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mí mismo.
Le parecía estar escuchando el eco de un viejo himno que había aprendido en la escuela dominical. En ese momento pasó a su lado un anciano.
-Quizás ese pobre anciano tenga hambre -pensó-. Tengo que compartir el pan de Cristo.
- Oiga -exclamó Víctor-. ¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida? El viejo se dio vuelta y lo miró con descreimiento.
- ¿Habla usted en serio, amigo? El hombre no daba crédito a su buena fortuna hasta que se sentó a una mesa cubierta con un hule y le pusieron delante un plato de guiso caliente.

Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en su servilleta de papel.
- ¿Está guardando un poco para mañana? -le preguntó.
- No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar, la ha pasado mal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé, tenía hambre. Le voy a llevar el pan.

- El Pan de Cristo!. Recordó nuevamente las palabras de la mujer y tuvo la extraña sensación de que había un tercer Convidado sentado a aquella mesa. A lo lejos las campanas de una iglesia parecían entonar a los dos el viejo himno que le había sonado antes en la cabeza. Los dos hombres llevaron el pan al niño hambriento, que comenzó a engullírselo. De golpe se detuvo y llamó a un perro, un perro perdido y asustado.
- Aquí tienes, perrito. Te doy la mitad -dijo el niño. El Pan de Cristo alcanzará también para ti.
El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenzó a vender el periódico con entusiasmo.

- Hasta luego -dijo Víctor al viejo-. En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto dará con el. No desespere.
- ¿Sabe? -su voz se tornó en un susurró-. Esto que hemos comido es el Pan de Cristo. Una señora me lo dijo cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. El futuro nos deparará algo bueno!

Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que le olfateaba la pierna.
Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía un collar que llevaba grabado el nombre del dueño. Víctor recorrió el largo camino hasta la casa del dueño del perro y llamó a la puerta. Al salir éste y ver que había encontrado a su perro, se puso contentísimo, de golpe la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor que seguramente había robado el perro para cobrar la recompensa, pero no lo hizo, Víctor ostentaba un cierto aire
de dignidad que lo detuvo.
En cambio dijo:

- En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa. ¡Aquí tiene! Víctor miró el billete medio aturdido.
- No puedo aceptarlo -dijo quedamente-. Solo quería hacerle un bien al perro.
- Téngalo! Para mi lo que usted hizo vale mucho más que eso, le interesará un empleo?
Venga a mi oficina mañana, me hace mucha falta una persona íntegra como usted.

Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma, se titulaba:

'Parte el Pan de Vida'...

'NO OS CANSEIS DE DAR, PERO NO DEIS LAS SOBRAS, DAD HASTA SENTIRLO, HASTA QUE DUELA'.
QUE EL SEÑOR NOS CONCEDA LA GRACIA DE TOMAR NUESTRA CRUZ Y SEGUIRLO, AUNQUE DUELA.
AHORA, SI LO DESEAS, COMPARTE ESTO CON LOS DEMAS, 'EL PAN DE CRISTO'.....YO YA LO HICE.
ESPERO QUE SIRVA DE ALGO EN TU VIDA...
¡QUE DIOS LOS BENDIGA SIEMPRE...!!!

Señor Jesús:'Te amo mucho, te necesito para siempre, estás en lo más profundo de mi corazón, bendice con tus néctares corporales, a mi familia, mi casa, mi hogar, mi empleo, mis finanzas, mis sueños, mis proyectos y a mis amigos'.

Posponer

El posponer es simplemente estúpido. Mañana también tendrás que decidir, así que ¿por qué no hacerlo hoy? ¿Crees que mañana serás más sabio que hoy?¿Crees que mañana serás más vivo que hoy? ¿Crees que mañana serás más joven que hoy, más fresco que hoy? Mañana serás más viejo, tu coraje habrá disminuido. Mañana serás más experimentado, tu astucia será mayor; mañana la muerte estará más cerca. Empezarás a titubear y a tener más miedo. Nunca aplaces para mañana. Y, ¿quién sabe?, el mañana puede que venga o puede que no venga. Si tienes que decidir, tienes que decidir ahora mismo.

El doctor Vogel, el dentista, terminó de examinar a una hermosa y joven paciente.
"Señorita Baseman", le dijo, "me temo que voy a tener que sacarle las muelas del juicio!".
"¡Dios mío!", dijo ella "¡preferiría quedarme embarazada!".
"Bien", dice el doctor Vogel,"¿podría decidirse, para que yo pueda poner la silla en la posición adecuada?".
Decídete, no continúes aplazando infinitamente.

Osho Dang Dang Doko Dang Chapter 8

Limpieza interior

Para practicar antes de ir a dormir...

No tengas miedo del ayer.
Tus recuerdos se agolpan en la puerta de la memoria pujando por salir a la superficie de la conciencia.
No tengas miedo... Déjalos salir.

Mira cada recuerdo como si fuera hoy. Escucha aquellas palabras que tan lejanas pueden parecerte.
Deja que todo tu ser se inunde del ayer.
Recuérdalo... Cada minuto, cada silencio. Sus nombres, sus voces, sus miradas.

Hay en cada gota de emoción una lágrima a punto de quemarte las mejillas.

No permitas que tu corazón se quede a mitad de camino sin haberse curado.

Y cuando estés en el silencio de tus recuerdos... inspira.... profundamente. .. Inspira.
Toma todo el aire que quieras, aspira todo ese recuerdo y rescata lo mejor.

Incorpora nuevamente a tu ser interno toda esa energía de aquel ayer, y al exhalar deja que toda tristeza por los tiempos idos realmente se vaya, exhala toda energía negativa que haya quedado en tu interior, y deja marchar esos cúmulos energéticos que no te hacen bien.
Respira... Respira... Respira... y déjate ser.
Permite que hoy sea mejor.
Aspira todo el universo que quiere estar en tu conciencia y sé conciencia.. . y sé universo.
Verás que con los días todo estará un poco mejor.
Un rayo de luz llegará a tu conciencia, sin saberlo has hecho el trabajo de darle a Dios lo que Dios quería: Tus experiencias, tu confesión verdadera.

A veces nos aferramos tanto a los recuerdos que llega un momento en que nos cuesta caminar, nos cuesta entender lo nuevo de cada día, pues estamos aún inmersos en las discusiones del ayer.
Yo sé que cuesta mucho superar un mal momento, sé que duele muchísimo acordarse de aquellos a los que hemos amado tanto y ya no están,
pero si limpiáramos nuestro interior de excesivas cargas emocionales, verías que habría un poco más de lugar para ampliar nuestro horizonte espiritual.. .

Te darías cuenta que ellos que ya no están en la tierra aún nos sonríen desde el espíritu.
Habría una oportunidad de acrecentar nuestra conciencia hasta límites mayores de los que hoy recorremos.
Vacía el contenido emocional de tus recuerdos.
No te aferres a ellos como a una bolsa de tesoros.

Ama cada instante vivido y suéltalos tal como harías con un pájaro que quiere libertad y lo sueltas una mañana de sol en primavera.
Para ello utiliza la respiración consciente, utiliza el poder de la conciencia, extrae de tu interior los recuerdos que te atan y desátalos suavemente con el aire.

Al exhalar imagina cada escena volando en el espacio a tu alrededor hasta que finalmente levanta vuelo y .... ya no te pertenece... .
Ahora duerme en tu paz...

El valor de un desafío ..

Los desafíos son la manera que tiene la vida de asegurarse de que realmente deseas las cosas que logras alcanzar.
Un desafío es una excelente herramienta para mantenerte enfocado en las cosas que de verdad te importan.
Imagina por un momento cómo sería vivir sin desafíos.
En un mundo de estas características, podrías conseguir absolutamente todo sin tener que hacer esfuerzo alguno, sin disciplina ni compromiso.
¿Suena como algo maravilloso, cada uno de tus deseos cumplidos al instante, apenas los llegas a pensar?
Bueno, podría resultar agradable por unos 20 minutos, pero rápidamente se convertiría en algo extremadamente aburrido.
Porque un mundo como ese te abrumaría, literalmente hablando, con una trivialidad totalmente carente de sentido.
Seguro, cada deseo sería cumplido instantáneamente, pero todo resultaría dolorosamente vacío.
El valor del logro está en el logro, en superar los desafíos, en la persona en que te conviertes como resultado de haber pasado por el proceso.
Recibir el premio sin el esfuerzo es como no tener premio alguno, tan sólo una baratija vacía y sin sentido.
Los desafíos son difíciles, a menudo dolorosos, siempre exigentes y como tal, son ellos los que hacen que el verdadero valor, la belleza y la realización resulten posibles.
Un desafío puede ser muy duro y agobiante, pero es que de veras da lugar a la riqueza y a la plenitud de la vida.

Que tus pasos te lleven a donde deseas llegar

Si recorres el camino de tus sueños, comprométete con él.
No dejes la puerta de salida abierta, con la disculpa de : "Esto no es lo que quería."
Esta frase guarda en sí misma la semilla de la derrota. Asume tu camino.

Aunque tengas que dar pasos inciertos,aunque sepas que puedes hacer mejor lo que estás haciendo.
Si aceptas tus posibilidades en el presente, con toda certeza, mejorarás en el futuro.
Pero si niegas tus limitaciones, jamás te librarás de ellas.
Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás.

Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas.

Una foto de ti

Si tienes hijos, nietos o sobrinos, es posible que sus fotografías invadan tu casa o tu mesa de trabajo. ¿Y dónde estás tú a los tres, a los seis o a los trece años en medio de ese gran álbum familiar y todas esas agradables criaturas?

Estaría bien colocar al menos una foto de cuando tú eras niño en un lugar bien visible. Es un recordatorio de quién eres, de tu yo interno que un día fue niño y que ahora es un hombre con años de experiencia y sabiduría a su disposición.

Encuentra tu foto preferida, enmárcala y cuélgala o un lugar bien visible. Ver una imagen del niño que eras es un acto de reconocimiento hacia él y hacia la parte de el que todavía vive en tu interior. Ver esa imagen a diario te ayuda a rememorar tu lado joven, te recuerda que no sólo eres un hombre de treinta, cuarenta o sesenta años, sino también un niño de seis con experiencia.

Aprendiendo ...

Caroline Myss nos insta a observarnos desde la luz de una interpretación energética y simbólica de nuestros actos y nos afirma que podemos hacer nuestro propio autodiagnóstico en la medida que seamos capaces de hacer conciencia del extraordinario mundo que está detrás de nuestros ojos. Ese es - según la autora - el camino para aprender la visión simbólica, el desarrollo de nuestra capacidad de utilizar la intuición para interpretar los símbolos de poder en nuestras vidas.


Y nos da una serie de directrices, que paso a enumerar:

1) Lo primero y principal es centrar la atención en aprender e interpretar simbólicamente los desafíos de la propia vida, encontrarles un sentido. Pensar y sentir como se conectan con nuestra salud. Prestar diariamente la atención a los desafíos que se nos presentan y al modo en que reaccionamos ante ellos. Debemos observar que es lo que nos hace perder poder y donde se siente la pérdida. Alude, obviamente, en que zona de nuestro cuerpo energético se experimenta, sobre qué chacra sentimos la pérdida, la lesión.

2) Considerarnos en todo momento seres energéticos y físicos a la vez. Nuestra parte energética registrará y trasmitirá todos nuestros pensamientos e interacciones. En este momento es cuando nuestra biografía se convierte en nuestra biología. Sugiere la conveniencia de evaluar - desde un punto de vista energético - a las personas, las experiencias y la información que permitimos entrar a nuestra vida. Y nos recomienda dejar de lado un patrón particular porque de esa manera obstaculizaremos la recepción de la información energética. Abiertos de mente y espíritu...

3) Adquirir el hábito de autoevaluarnos energéticamente. Detenernos a pensar - diariamente, en algún momento que podamos - sobre qué zona energética estamos sintiendo presión o malestar. Debemos aprender a percibir el estrés que se va acumulando en nuestro campo energético y debemos tomar medidas en ese plano.

4) De punto anterior, se desprende la capacidad de darnos cuenta cuando hay una fuga de energía. La pregunta de "- ¿Por qué estoy perdiendo energía?", debe ser respondida tanto por la mente como por el corazón. Debemos esforzarnos en ver más allá de los componentes físicos de una crisis.

La instrucción espiritual nos enseña a mantener el enfoque sobre nosotros mismos, no de modo egocéntrico, sino como una manera de manejar concientemente nuestra energía y nuestro poder. Así,

5) la quinta tarea consiste en averiguar qué nos quita poder, no quién. Comprender que la persona que parece estar agotándonos en realidad es una parte nuestra. Por ejemplo, si envidiamos a alguien, no importante no es esa persona, sino nuestro lado oscuro que se refleja en ella. En realidad esa persona es nuestra Maestra. Nuestra tarea consiste en aprender la lección que el maestro tiene para nosotros, en lugar de sentir resentimiento hacia el maestro. Si arribamos a la errónea conclusión de que determinada persona es la causa de nuestro agotamiento, ahí es cuando se desliza el miedo y la acusación. Necesitamos enfocar correctamente nuestro centro de poder y concentrarnos en él hasta que obtengamos una impresión del tipo de poder que esa persona tiene en relación a nosotros. Cuando fijemos la vista en la lección y no en el Maestro, habremos logrado un importante beneficio de visión simbólica: veremos como llega la verdad mediante el desafío o la dificultad.

6) Sanar el propio cuerpo o las dificultades de la vida, o desarrollar la visión simbólica, requiere práctica y atención. No podemos quedar en la mera observación. Hablar no sana; actuar sí. A veces debemos actuar drásticamente, separando de nuestras vidas aquello que enferma nuestro cuerpo y nuestra psiquis, nuestro espíritu. No es fácil, pero no es imposible.

7) Simplificar nuestra espiritualidad. Para eso, considera esencial, lo siguiente:

  • Todas las circunstancias se pueden cambiar en un momento dado, y toda enfermedad se puede curar. Lo Divino no está limitado por el tiempo, el espacio ni los intereses físicos humanos.
  • Sea consecuente: viva lo que cree.
  • El cambio es constante. La vida pasa por fases de cambios difíciles y fases de paz. Aprenda a avanzar con la corriente del cambio en lugar de intentar impedir que ocurra.
  • Jamás espere que otra persona le dé felicidad; la felicidad es una actitud y una responsabilidad interior y personal.
  • La vida es esencialmente una experiencia de aprendizaje. Todas las situaciones, retos y relaciones contienen algún mensaje que vale la pena aprender o enseñar a otros.
  • La energía positiva funciona con más eficacia que la energía negativa en todas y cada una de las situaciones.
  • Viva el momento presente y practique el perdón a los demás.

No ganamos nada creyendo que el cielo "piensa y actúa" de forma compleja. Es mucho mejor, y más eficaz, aprender a pensar como piensa el cielo, en forma de verdades sencillas y eternas.
Con toda probabilidad hacemos la vida mucho más compleja que lo que tiene que ser. Conseguir salud, felicidad y equilibrio energético se reduce a centrar más la atención en lo positivo que en lo negativo, y a vivir de una manera espiritualmente coherente con lo
que sabemos que es la verdad.
Todos estamos hechos para aprender las mismas verdades y permitir que nuestra divinidad trabaje en nuestro interior y a través de nosotros; esta tarea es sencilla, aunque dista de ser fácil. Cada uno tiene decorados y personas diferentes en su vida, pero los desafíos que estos representan son idénticos para todos, como también lo son las influencias que esos desafíos ejercen en nuestro cuerpo y espíritu. Cuanto más capaces somos de aprender esta verdad, más podemos desarrollar la visión simbólica, la capacidad de ver más allá de las ilusiones físicas y de reconocer las lecciones que nos presentan los desafíos de la vida.

Lo anterior es extractado del libro "Anatomía del Espíritu", y en parte ha sido transcripto textualmente y otras - a los efectos de resumir - parafraseando a la autora.-