martes, 5 de febrero de 2008

Una foto de ti

Si tienes hijos, nietos o sobrinos, es posible que sus fotografías invadan tu casa o tu mesa de trabajo. ¿Y dónde estás tú a los tres, a los seis o a los trece años en medio de ese gran álbum familiar y todas esas agradables criaturas?

Estaría bien colocar al menos una foto de cuando tú eras niño en un lugar bien visible. Es un recordatorio de quién eres, de tu yo interno que un día fue niño y que ahora es un hombre con años de experiencia y sabiduría a su disposición.

Encuentra tu foto preferida, enmárcala y cuélgala o un lugar bien visible. Ver una imagen del niño que eras es un acto de reconocimiento hacia él y hacia la parte de el que todavía vive en tu interior. Ver esa imagen a diario te ayuda a rememorar tu lado joven, te recuerda que no sólo eres un hombre de treinta, cuarenta o sesenta años, sino también un niño de seis con experiencia.